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Un paso adelante

Rojnica y Pulenta contrataron a una vidente para limpiar las energías, pero cayeron por lavar 348 millones de dólares

Rojnica y el lavado de 348 millones de dólares

Rojnica y el lavado de 348 millones de dólares. Crédito: Aduana.

– Te estoy hablando del banco, te llamo por lo siguiente: nosotros estamos actualizando la carpeta de los clientes y estamos viendo que en tu cuenta de dólares, particularmente, hay movimientos hacia varias cuentas del banco por diversos montos, ¿tú a qué te dedicas? ¿Qué haces?
– Yo estoy en Buenos Aires, tengo una financiera y una sociedad de bolsa en Paraguay.
– Estás manejando fondos de terceros a través de la cuenta.
– No, mi cuenta del banco es mi cuenta personal.
– Tu cuenta es personal, pero veo que hay…
– Yo giré 85 mil dólares a una cuenta mía en Estados Unidos.
– 85 mil dólares… ¿quién es tu abogado?
– ¿Por qué?

Ese día, Agustín Estrada Palomeque comenzó a transpirar. Sus operaciones financieras habían hecho saltar las alarmas. A su amigo Federico Pulenta no le iba mucho mejor: otro banco le había congelado millones en los Estados Unidos. Primero le ordenó a un empleado que se ocupara: «Necesito cerrar en mi cabeza el tema Antelope así que, please, ponete con esto mañana». Después le pidió a su otro socio, Ivo Esteban Rojnica, alias «Croata», que viajara e intentara recuperar el dinero, según documentos oficiales a los que accedió Encripdata.

Ninguno lo sabía, pero esos mails del 2017, y, obviamente, los reportes de operaciones sospechosas estaban siendo analizados por el Federal Bureau of Investigation (FBI).

Un año después, en septiembre del 2018, el agregado del FBI en la Embajada de los Estados Unidos en la Argentina empezó a compartir información con el juez federal Federico Villena:

Alias «Manu» habría realizado 172 transferencias por un total de 6.878.146,88 dólares a través de la organización de Pulenta;

Alias «Westmann» habría realizado 44 transferencias por un total de 2.676.627,00 dólares a través de la organización de Pulenta;

Alias «Szlaien» habría realizado 719 transferencias por un total de 55.944.523,20 dólares a través de organización de Pulenta.

Como los años pasan y los fondos seguían inmovilizados, Pulenta contrató en el 2020 a una vidente para que lo ayudara con sus problemas en Estados Unidos. El trabajo espiritual iba bien hasta que mencionó a Ivo. Ella experimentó una sensación horrible. Y aunque no sabía si ese hombre era un familiar, un amigo o un socio, le aconsejó que se alejara cuanto antes de él.

La limpieza energética no funcionó: en el 2021, un tribunal sentenció a tres mexicanos y tres argentinos a penas de entre 15 años y 5 años de prisión por el contrabando de 1862 kilos de cocaína y a Emmanuel García a 5 años por el lavado proveniente de esta operación de narcotráfico internacional.

Como demostró la fiscalía, alias «Licenciado», jefe de la célula mexicana, le enviaba bitcoins «manchados con sangre» y García les entregaba los dólares en efectivo a los narcotraficantes instalados en el país. Fueron, al menos, 468.400 dólares. Pulenta y Rojnica estaban en serios problemas: sus nombres figuraban entre las pruebas del juicio. Y hasta la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) exigía investigarlos. Como reveló Encripdata, por las manos de Fede y «Croata» pasaron al menos 100 mil de esos dólares. Su origen: las «bloody bitcoins«, como las llamaba García.

Hernán Gabriel Westmann también los arrastraba a ellos. Imputado por contrabando agravado de indumentaria y por lavado de activos, la por entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich lo relacionó con el Cártel de Sinaloa. En el primer caso, Westmann llegó a un acuerdo este año con un tribunal para reparar el perjuicio ocasionado a cambio de la extinción de la acción penal. En el segundo, como reveló The Washington Post, contrató a Eliminalia para que borrara las «noticias falsas» en Internet. Así, su nombre pasó de estar asociado al «Chapo» Guzmán y el «Mayo» Zambada a las fake news sobre los perros chihuahua.

Pero el FBI le informó al juez Villena operaciones entre Data Futazo LLC, de Westmann, y Antepole LLC, de Pulenta. Data Futazo LLC ya había estado en la mira por recibir una transferencia desde Dreieck SRL. Su dueño, Alejandro Llera, fue el «cebrero» del contrabando de 315 kilos de cocaína disueltos en 2360 litros de ácido sulfúrico, en dos transformadores eléctricos trifásicos hallados en el puerto de Progreso, península de Yucatán, México.

Un tribunal primero absolvió a Llera, la Cámara ordenó revisar la sentencia y, entonces, el tribunal, con una conformación parcialmente distinta, le impuso una pena de 4 años y 10 meses de prisión. Sin embargo, como había estado detenido entre el 12 de mayo de 2014 y el 4 de noviembre de 2016, resolvió que el «cebrero» de la operación de la cocaína líquida para el Cártel de Sinaloa no regresara a la cárcel porque eso resultaría contraproducente para el proceso de reinserción social.

Claudio Gabriel Szlaien, procesado por el contrabando de productos electrónicos desde Paraguay, con la complicidad de funcionarios públicos, también arregló con el tribunal: el año pasado pagó 26 millones de pesos para compensar el perjuicio fiscal producido a cambio de la extinción de la acción penal.

A todo esto, Pulenta continuó contándole sus problemas a la vidente y ella, otra vez, le anticipó que Rojnica le traería muchos dolores de cabeza.

En silencio, mientras tanto, el juez Villena seguía recibiendo información del FBI, rastreando pistas en los expedientes vinculados a García, Westmann y Szlaien y atento a las «escuchas» judiciales.

En eso, la esposa le avisó a Rojnica que prendiera el televisor. «Los que cortan el dólar», gritaba el graph del noticiero. Intentaron tranquilizarse: llegaron a la conclusión que los periodistas no daban nombres propios. Podía ser cualquiera, minimizaron.

Pulenta, en cambio, recurrió nuevamente a la vidente. Los medios ya vinculaban a su socio con las cotizaciones del dólar blue en la city porteña. La AFIP y la Aduana lo tenían marcado: era el «Croata». Y lo denunciaron ante el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi. La vidente, entonces, le recriminó a Pulenta: ya le había advertido varias veces en el último tiempo para que se alejara de él.

Como los noticieros no hablaban de otra cosa que los allanamientos de la AFIP y la Aduana contra los dueños de las cuevas financieras, el juez Villena consideró que ya era suficiente: ordenó arrestar a Rojnica, Pulenta, Estrada Palomeque y compañía.

Esta semana, finalmente, los procesó aunque sin prisión preventiva por lavado de activos provenientes de ilícitos penales, algunos incluso del narcotráfico, y por intermediación financiera sin autorización de la autoridad de supervisión competente, es decir, 4763 transferencias desde 2014 en adelante por un total de 348 millones de dólares.

En consecuencia, a Rojnica y Pulenta, a los que consideró jefes de la asociación ilícita, les trabó un embargo sobre sus bienes por 100 mil millones de pesos, lo que refuerza la dimensión del perjuicio ocasionado así como la pérdida de valor de la moneda argentina.

Después, el magistrado ordenó poner en conocimiento de las pruebas recolectadas al FBI y a Homeland Security Investigations (HSI) de los Estados Unidos y declaró la incompetencia para seguir entendiendo en la causa y la remitió a su par Martínez de Giorgi para que sea él quien continúe investigando a «los que cortan el dólar».


*Encripdata reconstruyó esta historia con base a fuentes judiciales y documentos oficiales de los expedientes sobre las transacciones financieras de Rojnica y Pulenta y las operaciones de narcotráfico internacional «Bobinas Blancas» y «Cocaína líquida».

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