13 balas, 5 años de prisión y 200 mil euros de indemnización: el negocio del «clan sueco» por matar a dos narcos en Marbella
Tras el acuerdo entre las partes, la Audiencia Provincial de Málaga dio a conocer este miércoles el veredicto del jurado popular contra el «clan sueco»: culpables de dos hechos de homicidios, el del español David Ávila Ramos, alias «Maradona», el 12 de mayo del 2018 en San Pedro Alcánatara y el del español-marroquí Sofian Ahmed Barrak, aka «Zocato», el 20 de agosto de ese año en Estepona, en la Costa del Sol.
El tribunal condenó a 12 años de prisión a Ahmad Abdul Karim, el autor material de los disparos que acabaron con la vida de las dos víctimas -4 años por el crimen de «Maradona» más 8 años por el de «Zocato». De 28 años, Ahmad nació el 26 de junio de 1994 en Bagdad, Irak, pero hasta entonces repartía su tiempo entre Malmö, Suecia, y Marruecos. Pero el confeso asesino será expulsado cuando cumpla 5 años de la pena, es decir, a partir del 27 de noviembre de este año.
Ya se lo había adelantado una fuente del caso a Encripdata cuando las partes estaban por firmar el acuerdo: solo cinco años de prisión efectiva por dos muertes era negocio. Y hasta jugaba con la inocencia de Ahmad y sus consortes de causa: «Nadie les va a devolver el tiempo». Antes del acuerdo entre las partes, enfrentaban pedidos de prisión permanente.
El «clan sueco» debió indemnizar con 80 mil euros a la mujer de Ávila Ramos y 120 mil euros a la viuda de Barrak.
Ahmad ejecutó de cinco disparos a «Maradona», miembro de «los Gordos«, al mediodía del 12 de mayo de 2018 mientras se subía al Audi para retirarse de la comunión de su pequeño hijo en la Iglesia de la Virgen del Rocío, San Pedro Alcántara.
Tres meses después, el 20 de agosto, le acertó ocho disparos a quemarropa a «Zocato» en plena madrugada en la puerta de su casa en Villa del Campanario, Estepona, de la que salió engañado por un cómplice que lo contactó por Encrochat.
Para el fiscal Carlos Tejada, las dos víctimas hicieron negocios juntos, pero, a principios del 2018, como «Maradona» no quería saldar las cuentas pendientes, «Zocato», tras mandarle dos avisos, finalmente contrató al «clan sueco» para que asesinaran a su viejo socio. Y eso fue lo que pasó aquel 12 de mayo de 2018 con sus pequeños hijos y la Virgen del Rocío como testigos involuntarios. Tres meses después, siempre según la teoría del caso oficial, como «Zocato» no quería pagar el servicio por el encargo cumplido, los suecos le tendieron una trampa para cobrar la cuenta el 20 de agosto.
Pero como la confesión fue hecha a medida, y el confeso asesino alegó «desaveniencias por motivos personales» para acabar con los dos narcotraficantes, la fiscalía no siguió adelante con la hipótesis de que todo se trató de un doble ajuste de cuentas por deudas entre las partes.
Amir Faten Mekky, el jefe de la oficina de encargos, fue condenado a 2 años, 9 meses y 26 días de prisión por haber sido cómplice de Ahmad únicamente en el crimen de «Zocato» y ni un solo día por el rol que los investigadores le imputaron en la instrucción en el asesinato de «Maradona». Esa pena fue, precisamente, el tiempo que pasó bajo prisión preventiva, primero en Emiratos Árabes Unidos y luego en España. Sobre su cabeza ahora pesa una orden europea de detención de Suecia por el contrabando de 20 kilos de cocaína hacia Dinamarca, la entrega de 3 kilos en Estocolmo y otra entrega de un kilo en Malmö.
Karim Abdul Karim y Fakhry Mekky, hermanos de los otros condenados, también ya cumplieron las penas acordadas con el fiscal y el abogado de la acusación particular, Juan Urbaneja, en representación de la familia de «Zocato».
Ahora, solo Karim continuará detenido porque en otro proceso había sido condenado a 35 años por atentar con bombas contra propiedades de un empresario en la zona de Marbella.
Dos crímenes después, Ahmad podrá recuperar la libertad en noviembre, lejos de la Costa del Sol, lejos de España, pero toda una vida antes de lo esperado.