Ordenan la captura de Mekky por tres operaciones de 24 kilos de cocaína en Suecia y Dinamarca
El fiscal Carlos Tejada reveló el viernes las penas acordadas con las defensas del «clan sueco» en función de la confesión hecha a medida por haber asesinado al español David Ávila Ramos, alias «Maradona», el 12 de mayo del 2018 en San Pedro Alcánatara y del español-marroquí Sofian Ahmed Barrak, aka «Zocato», el 20 de agosto de ese año en Estepona, en la Costa del Sol española.
Sobre Ahmad Abdul Karim, autor material de los disparos que acabaron con la vida de las dos víctimas, las partes acordaron una pena de 4 años por el homicidio de «Maradona» más 8 años por el de «Zocato». De 28 años, Ahmad nació el 26 de junio de 1994 en Bagdad, Irak, pero en el último tiempo repartía su tiempo entre Malmö, Suecia, y Marruecos. El fiscal no se opuso a que el confeso asesino sea expulsado una vez que cumpla 5 años de la pena, para los que se tomará en cuenta el tiempo bajo prisión preventiva, por lo que eso podría ocurrir a partir del 27 de noviembre de este año, como había anticipado Encripdata.
Sobre Amir Faten Mekky, las partes pactaron una pena de 2 años, 9 meses y 26 días por haber sido cómplice de Ahmad únicamente en el crimen de «Zocato» y ni un solo día por el rol que los investigadores le imputaron en la instrucción en el asesinato de «Maradona». Esa pena fue, precisamente, el tiempo que Amir pasó bajo prisión preventiva, primero en Emiratos Árabes Unidos y luego en España.
Este joven, jefe de la oficina de encargos, nació el 6 de mayo de 1997 en Copenhague, Dinamarca, pero gran parte de su corta vida la hizo en Malmö, Suecia. Su familia es de origen iraní. A este tipo de oficinas de «encargo» muchas veces las contratan para cortar el hilo invisible entre el autor material y el autor intelectual de los homicidios.
Sobre Karim Abdul Karim y Fakhry Mekky, las penas arregladas también ya las cumplieron al llegar al juicio oral. Antes del acuerdo entre las partes, los hermanos Mekky y los hermanos Karim enfrentaban pedidos de prisión permanente. Ahora, solo Karim continuará detenido porque en otro proceso había sido condenado a 35 años por atentar con bombas contra propiedades de un empresario en la zona de Marbella.
Los acusados también deberán indemnizar con 80 mil euros a la mujer de Ávila Ramos y 120 mil euros a la viuda de Barrak.
Para el fiscal, las dos víctimas hicieron negocios juntos, pero, a principios del 2018, como «Maradona» no quería saldar las cuentas pendientes, «Zocato», tras mandarle dos avisos, finalmente contrató al «clan sueco» de Mekky y compañía para que asesinaran a su viejo socio. Y eso fue lo que pasó aquel 12 de mayo de 2018 con sus pequeños hijos y la Virgen del Rocío como testigos involuntarios. Tres meses después, siempre según la teoría del caso oficial, como «Zocato» no quería pagar el servicio por el encargo cumplido, Mekky le tendió una trampa para que uno de sus sicarios se cobrara la cuenta el 20 de agosto.
El sicario en ambos casos, según la confesión a medida, fue Ahmad Abdul Karim.
En los dos casos descargó su Parabellum, una pistola automática de 9 milímetros.
En su declaración, el autor material de los disparos se limitó a decir que fue mató tanto a Ávila Ramos como a Barrak por «desavenencias por motivos personales». Esa frase fue la llave de la negociación entre las partes: no analizar los dos crímenes en el contexto de una organización criminal -delito que no se podía imputar por pedido de Suecia y Dinamarca al entregar en extradición a algunos de los acusados-.
Con el fin del juicio cada vez más cerca, el tribunal de primera instancia de Malmö, Suecia, envió a España la orden europea de detención y entrega de Amir Mekky por tres infracciones a la ley de estupefacientes. Según la resolución, a la que accedió Encripdata, al jefe del clan sueco le imputaron el contrabando de 20 kilos de cocaína hacia Dinamarca, la entrega de 3 kilos en Estocolmo y otra entrega de un kilo en Malmö.
Una vez terminado el juicio, si España procede a la extradición, Suecia solo podrá imponerle a Mekky 10 años de prisión como máximo por dos delitos graves (tráfico) y uno particularmente grave (contrabando) en materia de estupefacientes.
El jurado popular de Málaga dará a conocer el veredicto el miércoles.