Fran Riquelme deberá pasar cinco años más en prisión por amenazar a miembros del SPF
Fran Riquelme, condenado por amenazar a miembros del SPF. Crédito: Rosario3.
Aquel día, Francisco Riquelme, o Fran a secas, aguardaba ansioso la visita de su pareja. Esperó y desesperó porque nunca llegó el 22 de diciembre de 2023. Como él estaba en penitencia, las autoridades del Servicio Penitenciario Federal (SPF) no la dejaron pasar. Entonces, descargó toda su furia: «Prendan la tele hoy a la noche, van a ver lo que voy a hacer, los voy a cagar a tiros a todos ustedes. Acá afuera los voy a matar, voy a cagar a tiros una comisaría en Rosario hoy. Hijos de puta, se van a querer matar».
Para evitar una escalada de todo el pabellón, los guardiacárceles les ordenaron a los internos que regresaran a sus celdas, pero Riquelme, incontrolable, rompió dos sillas, una cámara de vigilancia y un microondas.
A la fuerza, pudieron encerrarlo, pero el criminal rosarino no dejaba de amenazarlos: «Yo tengo a toda mi familia en cana, tengo a mi mujer presa, mi hermano preso, mirá qué familia tenemos todos. El mundo es chico eh vos sabes cómo es esto, se cagan de la risa cuando a la visita la verduguean, no pasa nada… ni ‘Mameluco’ te va a salvar. Te voy a pegar una zarpada bien piola, vas a ver, se van a querer matar. A mí no me vas a correr con ningún traslado eh me haces un favor si me sacas».
Una semana después, del alambrado de Ezeiza, la principal cárcel del país, desconocidos colgaron una bandera: «Dejen de verduguear a los presos del módulo 6. Atte: los narcos».
Las narcobanderas se volvieron habituales en las inmediaciones de las cárceles. Para impedir que los criminales siguieran lanzando amenazas -entre otros objetivos-, el gobierno de Javier Milei implementó el Sistema Integral de Gestión para Personas Privadas de la Libertad de Alto Riesgo en el Servicio Penitenciario Federal, donde los guardiacárceles visten máscaras para que los internos no puedan identificarlos.
De 33 años, Riquelme creció en los barrios Ludueña y Empalme Graneros de la mano del también narcotraficante rosarino Esteban Lindor Alvarado, enemigo íntimo de Los Monos.
Alvarado se hizo popularmente conocido en 2023 cuando pretendió fugarse de la cárcel colgado en un helicóptero, que nunca llegó porque el piloto se arrepentió ante los fiscales para no tener que poner a la banda en fuga.
En Rosario, los investigadores ya habían asociado a Riquelme con amenazas del estilo contra el ahora gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, anteriormente ministro de Seguridad. Más acá en el tiempo, como pudo reconstruir Encripdata, los detectives lo relacionaron con Matías Gazzani y Los Menores, una especie de oficina de encargos que trabaja para el mejor postor.
Como sea, la defensa y el fiscal Rodolfo Molina llegaron a un acuerdo: cinco años de prisión para Riquelme por la coacción agravada por haberse realizado con el propósito de obtención de alguna medida o concesión por parte de cualquier miembro de los poderes públicos en dos oportunidades y por el daño agravado por tratarse de bienes de usos públicos.
El último día hábil del año, el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de La Plata, representado únicamente por el juez Germán Castelli por tratarse de un juicio abreviado, homologó el acuerdo entre las partes.
Ahora, Fran Riquelme pasa sus días como preso de «alto riesgo» en Marcos Paz.
Allí comparte pabellón con miembros varios de Los Monos.
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