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El hilo invisible entre el crimen y el poder

«El piloto está detenido»: «Lobo» le cobró a Alvarado para sacarlo de la cárcel en helicóptero, pero se arrepintió y se esfumó

El misterio del piloto detrás de la fuga fallida de Alvarado

El misterio del piloto detrás de la fuga fallida de Alvarado. Crédito: Ministerio de Seguridad.

Esteban, esta semana vamos a laborar al detalle… sabes…
-Sí, sí, ¿querés que hagamos la red? Bien hecha, bien atada.
-A mí me gustaría saber si aerodinámicamente no es perjudicial para nada eh sería mucho mejor para la operación, pero de última lo estuvimos viendo ahí con el ‘Gringuito’ de bajar sin las puertas atrás y en los patines ustedes suben, pegan el salto y se ve cómo, es viable también la operación, pero, bueno, dejame que investigo un poquito lo de la red, más que nada por el tema aerodinámico.
-Dale. Yo calculo que no va afectar mucho.
-¿Esteban, vos qué preferís? ¿Esquís o red?
-Lo más seguro jaja.
-Lo más seguro son los esquís… no ponemos nada en riesgo. Bajo un segundo más y se suben, pero solo pueden subir dos eh
2.

Pasado el mediodía, «Lobo» despegó de un aeródromo privado de Gualeguaychú. Enseguida escribiría su nombre en la historia criminal argentina: descendería en Ezeiza, la cárcel de mayor seguridad del país, para que Esteban Lindor Alvarado y otro interno pudieran colgarse de los patines del helicóptero y así escaparse a 200 kilómetros por hora hasta perderse en el horizonte. El plan de extracción no duraría más de 20 segundos.

Alvarado fue condenado a prisión perpetua por instigar el crimen del prestamista Lucio Maldonado, por ser jefe de la asociación ilícita en concurso real con el lavado de activos y por cuatro amenazas coactivas -entre agravadas y calificadas- para obtener concesiones por parte de miembros de poderes públicos; una sentencia de 15 años de prisión por organizar el transporte de 493 kilos de marihuana; y un procesamiento por lavado de activos.

Aquel 10 de marzo del 2023, entonces, «Lobo» partió de Entre Ríos, pero a poco de andar el Robinson 44 aterrizó en un predio del Country Club Banco Provincia, Moreno, provincia de Buenos Aires. Nunca llegó a sobrevolar Ezeiza.

Mientras los detectives arrestaban a Andrés Alcides Donnet y Gianluca Orpianesi en Entre Ríos y requisaban la celda de Alvarado en la cárcel de Ezeiza, policías federales de Drogas Peligrosas y Operaciones Federales incautaron el helicóptero.

«El piloto está detenido y está resguardado acá en el lugar»3, informó uno de los uniformados a su superior, como demuestra el video al que accedió Encripdata.

La investigación contra reloj comenzó una semana antes, el 2 de marzo, cuando un testigo de identidad reservada denunció en el Ministerio de Seguridad el plan de fuga de Alvarado y otro interno a concretarse al día siguiente. Y hasta aportó las coordenadas desde donde partiría un helicóptero negro. Por diversos contratiempos, el plan de extracción se activó recién el 10 de marzo.

Tras la operación desarticulada por los fiscales Cecilia Incardona y Diego Iglesias, el juez federal Ernesto Kreplak procesó a Alvarado, Donnet y Orpianesi por el contrabando de importación agravado por la cantidad de intervinientes, el medio de transporte aéreo y el lugar de aterrizaje empleados y por el valor del bien ingresado; favorecimiento de evasión en grado de tentativa; y falsificación y supresión de la numeración de un objeto registrado de acuerdo a la ley, todos delitos en concurso real.

Pero entre los procesados no estaba «Lobo», el piloto. Al finalizar el día, ya con el helicóptero asegurado, él quedó libre.

Alvarado no tiene dudas: para él, el testigo de identidad reservada era «Lobo»4.

Por eso, el 13 de septiembre, amplió su indagatoria y declaró cómo fue que compró el plan de extracción: «En el 2019, en la cárcel de Piñero, compartí el pabellón 27 con un interno, él me presentó a un abogado y ahí tomé contacto, después de un tiempo fui trasladado a Ezeiza y a los meses me vino a ver este abogado, y me dijo que un amigo tenía la solución a mis problemas. Le pregunté cuál era la solución y me dijo: ‘No, yo no la sé’, y me pasó el número de un piloto con mucho conocimiento en aviación, hablé con él y me ofreció la extracción de la cárcel«5.

Esa misma versión les contó a los periodistas Germán de los Santos y Hernán Lascano para el libro Rosario, la historia detrás de la mafia narco que se adueñó de la ciudad (Sudamericana) y a Virginia Messi y Federico Briem Stamm para el documental ¿Por qué sangra Rosario? (Clarín).

Alvarado, efectivamente, compró el plan: le pagó 54 mil dólares en efectivo. En total, la operación costaba 800 mil dólares e incluía la adquisición del helicóptero6. Si todo salía bien, «Lobo» recibiría 50 mil más y se quedaría con el Robinson 44.

Después de cobrar el adelanto, el piloto se arrepintió, pero Alvarado lo presionó para que no se bajara. Y por cómo se desencadenó todo, sospechó que el testigo de identidad reservada que les anticipó la jugada a los investigadores no era otro que «Lobo».

Sus abogados, Fernando Arias Caamaño y Claudio Tavella, solicitaron tener acceso a la declaración del testigo de identidad reservada, pero las autoridades no lo rechazaron porque, más allá de testar los datos personales, «el contenido de la declaración en sí mismo comprometería la reserva impuesta por la ley»7.

En la indagatoria, Alvarado aportó los nombres del interno de la cárcel de Piñero, el abogado y, especialmente, alias «Lobo»8 para que las autoridades lo busquen.

Es cierto: el piloto no se quedó con el helicóptero, lo más valioso, pero a Alvarado le hicieron llegar un rumor: «Lobo», con el adelanto, se compró una casa en Venado Tuerto9.


* Video al que tuvo acceso Encripdata.

*2, 5, 7, 8, 9 Extracto del expediente judicial.

*3 Extracto del audio del video al que tuvo acceso Encripdata.

*4, 6 Fuente de la investigación.

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