Cayó «Ale la Bocona»: quién es la mujer que conquistó Tropezón, hizo negocios con Tulli y enfrentó a tiros a Dylan
A ella todos la conocían en San Martín: en un negocio donde generalmente los hombres mandan, haber logrado el dominio de Villa Tropezón le garantizó la chapa que, para no perderla, no dejaba de relucir. Tanto que ya nadie la llamaba por su nombre completo. Porque Alejandra Noemí Galbán era «Ale de Tropezón» o «Ale la Bocona». Otros, con más reverencia, le decían «la Doña». Como los «Mameluco» Villalba, como los «Rengo» Pacheco, como los «Alicho» Alegre, ella se había ganado el respeto de todos, como se gana el respeto en el narcomenudeo: parándose fierro en mano.
Y eso fue lo que sucedió precisamente el 23 de agosto. Aquella noche, Luca Nahuel Baigorria, alias «Dylan», fue hasta Villa Tropezón para quedarse con la zona dominada justamente por «Ale la Bocona», pero no le fue como deseaba: al hijo de Miguel Ángel «Mameluco» Villalba y sus «soldaditos» ya los estaban esperando «la Doña» con los suyos. Así lo contaron dos transas en una «escucha» telefónica a la que tuvo acceso Encripdata:
-Me estaba hablando ‘Pipi’, me estaba diciendo que fue el tullido de ‘Dylan’ para ahí y no sé qué en lo de ‘la Doña’ ¿viste? y que le quiso robar la bolsa al bolsero, no sé qué, una salchichonada de esas, y lo re cagaron a palos, dice que lo re cagaron a palos mal, le dieron una re paliza y se fue y prometió volver a la noche y a la noche, bueno, lo estaban esperando, yo porque le pregunté, le digo a ‘Pipi’ ¿qué onda? porque me había mandado cinco mensajes y los eliminó todo la noche anterior, la que yo estaba en tu casa y agarró y me contó eso y a la noche apareció, vino a la esquina, pero salió este, salieron y lo re cagó a balazos y se fue y no apareció más.
-Sí, es un peligro esa larva, es un peligro porque es atrevido también, boludo, anda haciendo la ica por ahí, le va a querer dar de espalda a alguno porque va a decir corte ¿entendés? le va a hablar a alguno, así nomás, recién lo veo, boludo, ¿que te iba a decir? ¿y la vieja que decía a todo esto?
-Y no, nada, eso solo pasó, prometió volver, volvió esa noche, lo agarraron a tiros, tiró dos, tres tiros, no apareció más, yo le dije igual que se cuiden, que quedó re dolido, es re ruchi, pero nada, hay que ver dónde está parando él ahí, pero nada, no creo que aparezca más.
-¿Ah sí? Mirá ¿y qué quiere, boludo? Anda de fisura, boludo, si le dieron salida de todos lados, boludo, le dieron salida de todos lados si ese anda de gil, no debe tener ni un peso, nada, encima, imagínate si es re peludo ese, dejate de joder.
Uno de los que hablaba era Matías Iván Agosto Ruiz Díaz, conocido simplemente como «Mati», que trabajaba con Rubén Adrián Díaz Baigorria, alias «Cacho», precisamente uno de los proveedores de «la Ale» en Tropezón. A estos dos narcos, el juez federal Jorge Rodríguez los procesó a mitad de noviembre como integrantes de la banda de Esteban Fernando Tulli, alias «Zapatero», y Eduardo Daniel Nacusse, el famoso «Patán».
Así, «la Doña» perdió un gran proveedor. Porque «la Ale» no solo dominaba Tropezón sino que a través de sus hijos controlaba dos zonas más: «Wawa» era el encargado de Villa Tranquila y «el Adri», también apodado «Pipi» o «Momia», de La Perrera.
De hecho, en un cuaderno, Tulli anotaba las cantidades que les vendía a los transas de esas y otras zonas. Uno de los «picantes», es decir, de sus clientes figuraba, precisamente, como «Momia».
Tras la caída de Tulli y compañía, «la Doña» y sus hijos estaban en busca de nuevos proveedores. En eso andaban hasta la madrugada del 15 de diciembre cuando policías de las DDI y Comandos Patrullas de San Martín y Tres de Febrero irrumpieron en 16 objetivos y finalmente atraparon a «la Ale de Tropezón» en una casa de Villa de Mayo, Malvinas Argentinas, con 38 mil pesos, 400 dólares y 342 mil guaraníes.
También arrestaron a cuatro integrantes de la banda, pero «Wawa» y «Pipi» consiguieron esconderse a tiempo. Para avanzar, la jueza federal Alicia Vence y su par Rodríguez podrían cruzar datos para descubrir más conexiones en el terreno. De hecho, la magistrada investiga, entre otros, a «Dylan», el rival de «la Ale», porque fue el que de alguna manera consiguió la cocaína con carfentanilo que en febrero mató a 24 personas en Puerta 8.
Tal vez ahora «Dylan» quiera aprovechar la ausencia de «la Ale» para copar Tropezón.
Dejarse ver así o en algún corso de su hermano «Kako» podría costarle muy caro.
Porque otras veces puso plata para librarse de «cortitos» de policías corruptos.
Pero ahora podría costarle mucho más caro: su propia libertad.