La gambeta de «Messías Cuatro»: lo detuvieron por traficar tres toneladas de cocaína, pero lo liberaron un día después en España
Gustavo Diego Marano Fuentes tiene suerte: la Interpol lo arrestó el martes a las 19.40 horas de España. Sobre su espalda pesaba una orden de captura internacional con fines de extradición hacia la Argentina. El motivo: lo acusaban de estar detrás de una operación de 1548 kilos de cocaína. Sin embargo, al día siguiente, antes del mediodía, ya estaba libre, según pudo reconstruir Encripdata. Ni siquiera tuvo que pagar fianza: un juez español lo excarceló bajo caución juratoria, es decir, bajo palabra.
Era la segunda vez en un año que a Marano lo atrapaban y lo largaban en España. La primera vez, en junio de 2021, el juez central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional ordenó detenerlo por un alijo de 1460 kilos decomisado en una casa de San Pedro Alcántara, Costa del Sol, y, aunque lo consideraba «una persona muy influyente en el tráfico de drogas a gran escala», lo excarceló poco después bajo una fianza de 60 mil euros, o sea, lo que cuestan dos kilos de cocaína al mayoreo en España.
Según la defensa del acusado, Marano se presentó continuamente en la sede de Interpol para ponerse a derecho, pero allí le respondían que no tenían órdenes en su contra. Eso cambió este martes 13 cuando lo fueron a buscar a su casa. En la Argentina, además, designó a un abogado para, a través suyo, decir que no tenía relación alguna con el hecho que le imputaban. Tras la excarcelación, los investigadores deberán decidir qué es lo mejor: si indagarlo vía Zoom o esperar a la extradición, que se concretará una vez que el requerido no tenga más cuentas pendientes en España.
Esta historia comenzó el 15 de febrero de 2020, pero no en la Argentina ni España sino en Brasil. Cuatro tripulantes a bordo del velero Thorben partieron desde Salvador, Bahía, en una travesía desafiante: cruzar todo el océano Atlántico para intentar llegar a la playa de Bajadilla, Marbella. Y aunque llevaban mucha carga encima, lo lograron: el 14 de abril «coronaron».
Aquel día, «Yaki_Chan» y «Messias_Cuatro» celebraron a través de Encrochat:
– Coronamos q
– Seeeee
– Ahí los tiene jajajjajaj
Para que no quedaran dudas, «Yaki Chan» le mandó a «Messias Cuatro» una foto de los 1460 kilos recién guardados en una casa de San Pedro Alcántara.
Pero cuatro días después lo perdieron todo por un descuido: los policías del Grupo de Respuesta Especializada contra el Crimen Organizado (Greco) de Costa del Sol siguieron de cerca una furgoneta con 80 kilos que los terminó por llevar hasta la casa donde todavía estaban los otros 1380 kilos custodiados por cinco hombres. Así, 43,8 millones de euros en polvo de extrema pureza terminaron en la basura. A eso le sumaron el secuestro de otra camioneta con dos fusiles de asalto M16A1, modelo creado por los Estados Unidos y usado por primera vez en la guerra de Vietnam.
Entre los detenidos no figuraba Marano. Para eso faltaba un poco.
Porque el 13 de junio de 2020, las autoridades de Francia y Países Bajos pudieron hackear Encrochat, el sistema de mensajería encriptada hasta entonces usada por 60 mil usuarios en 140 países. Así fue como el fiscal especalizado antidrogas de Marbella determinó que «Messias Cuatro» era, justamente, Marano. Si había podido estar un año fuera del radar de los policías españoles, la conversación con «Yaki Chan» con foto incluida de la droga lo puso en el centro de la escena.
Así fue como cayó Marano por primera vez en España, que tras pagar el equivalente de dos kilos de cocaína al mayoreo, volvió a las calles de Marbella con la única condición de no salir del país.
Ya en libertad, según el juez federal Luis Antonio Armella y los fiscales Cecilia Incardona y Diego Iglesias, este de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Marano organizó el velero Quo Vadis con el que pretendía llevar 1548 kilos de cocaína desde el río Paraná, Buenos Aires, hacia, otra vez, la Costa del Sol, pero que la Prefectura y la Gendarmería lo impidieron justo a tiempo cuando conocidos suyos estaban a punto de zarpar en Escobar.
La Interpol arrestó este jueves a Darío Daniel Pereyra Torres, otro de los acusados por el velero Quo Vadis. Pereyra creció en Necochea. Después salió al mundo. En Marbella abrió dos restaurantes de lujo: The Point y Funny Beach.
Para pasar en limpio: la primera vez que la Justicia española lo excarceló, en junio de 2021, a Marano lo relacionaban con esos 1460 kilos decomisados en San Pedro Alcántara. Pero ahora, al excarcelarlo por segunda vez, «Messías Cuatro» no solo continuaba vinculado a ese proceso sino que desde la Argentina lo acusaban de ser el jefe de la organización narcocriminal detrás de los otros 1548 kilos que intentó «coronar» en Marbella mientras estaba en libertad bajo fianza en España.
El doble beneficio a Marano llama la atención tanto como la decisión del Ministerio del Interior del Gobierno español de desmantelar el Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico -justamente- en Andalucía (OCON-Sur), como publicó El Español, que hasta principios de septiembre contaba con 150 agentes de la Guardia Civil en comisión de servicio y disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
En la cárcel de Botafuegos, Algeciras, mientras tanto, miembros del crimen organizado internacional le incendiaron el auto a una trabajadora que decide los permisos de los internos. Y no es la primera vez. Tanto que el director de la prisión, Francisco Márquez, no se quedó callado: «A mí no me van a amedrentar, a mí no me dan miedo, yo aprendí de pequeño que es mejor morir de pie que vivir de rodillas y yo no me voy a arrodillar ante estos mierdas».
Como escribió Niporwifi tras el fin del OCON-Sur, «los narcos de toda Andalucía deben estar bastantes contentos con esta noticia».
Marano también tiene motivos para festejar. Y tiene un restaurante en Marbella para hacerlo. Se llama Tango. Ahí podría celebrar la suerte que tiene, que, casualmente, como el tango, se baila de a dos.