Hasta policías de Salta trafican la cocaína del delfín
Dice la versión oficial que efectivos del Escuadrón 54 de la Gendarmería estaban realizando controles vehiculares cuando le tocó el turno a una camioneta Toyota Hilux de la Policía de Salta con piloto y copiloto de la seccional de Salvador Mazza, que abrieron la puerta trasera y que en ese preciso momento, una persona de civil salió disparando hacia el monte. Así, los gendarmes descubrieron que los policías trasladaban 420 kilos de cocaína.
No todos los días se encuentra tanta cantidad de droga tan fácil. Todo sucedió el martes en el kilómetro 1466 de la ruta nacional 34, a la altura de la localidad de Aguaray, Salta.
La jueza federal Ivana Hernández ordenó la prisión preventiva por 120 días de los dos uniformados y tareas para intentar arrestar al prófugo que disparó para escapar.
Encripdata pudo saber que los «ladrillos» eran amarillos por fuera, tenían el sticker de Ferrari arriba, papel metalizado por dentro y sellos del delfín o el caballo bajorrelieve.
Precisamente, desde el principio del año, las fuerzas de seguridad incautaron más de 2 toneladas del delfín. En Salta, en Córdoba, en Santa Fe y hasta en la Ciudad de Buenos Aires. Y de todas las formas posibles, desde una sargento de la Bonaerense a la que le explotó el auto mientras llenaba el tanque en una estación de servicio en Orán hasta un guardia que quiso ingresarla a la cárcel de Coronda.
Del otro de la frontera, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) también halló los mismos «ladrillos» en diversos puntos de Bolivia, según pudo saber Encripdata.
Desde el Ministerio de Seguridad insisten una y otra vez que estos cargamentos, pequeños y grandes, pertenecen a Delfín Reynaldo Castedo, por el simple hecho de que coincidía con su nombre, y a su cártel del Patrón del Norte, cuando en el país no existen cárteles de droga locales, no, al menos, en el sector privado. La realidad es más compleja: el sello bajorrelieve podría indicar el país de producción (Bolivia, Perú o Colombia) y/o la pureza de la cocaína mientras que la marca en sticker podría identificar al comprador.
A finales de 2022, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de Salta condenó a los hermanos Castedo por asociación ilícita: 16 años de prisión para Delfín y 9 años para Raúl. Y, además, ordenó decomisar a favor del Estado nacional la finca El Aybal, con una superficie de 19.954 hectáreas, su principal paso de contrabando de la cocaína hacia Europa.
Y desde enero, Delfín Castedo se encuentra bajo el Sistema Integral de Gestión para Personas Privadas de la Libertad de Alto Riesgo en el Servicio Penitenciario Federal, un método de vigilancia tan extremo -si se cumple con todos los pasos- que Miguel Ángel Villalba, alias «Mameluco», se quejó porque no lo dejan solo ni siquiera «para ir al baño».
Hasta ahora, sin embargo, ningún juez o fiscal solicitó unificar todos los expedientes similares para intentar determinar quién se esconde detrás del delfín.