Encripdata

El hilo invisible entre el crimen y el poder

Un capo del CJNG se declaró culpable en Estados Unidos por comprar un submarino lleno de cocaína en Colombia

El CJNG lavó millones en Argentina y Uruguay

El CJNG lavó millones en Argentina y Uruguay. Crédito: Embajada Estados Unidos.

Después de tres años de una ardua defensa ante un tribunal de Columbia, el capo mexicano Gerardo González Valencia finalmente decidió declararse culpable. De llegar a juicio, el segundo de «los Cuinis», brazo financiero del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se habría enfrentado seguramente a un pedido de cadena perpetua por conspirar para distribuir 5 o más kilos de cocaína en Estados Unidos. A la espera de recibir una pena menor, según el fallo al que accedió Encripdata, reconoció varios hechos en los que intervino en los últimos 20 años:

Entre 2003 y el 19 de abril de 2016 -cuando ordenaron su captura internacional-, Gerardo, conocido como «Lalo», «Flaco», «Silver», «Silverio», «Eduardo» o «Laline», se puso de acuerdo con otros conspiradores fuera y dentro de Estados Unidos para importar y distribuir ilegalmente más de 5 kilos de cocaína en el país.

-Durante ese período, invirtió sus propios fondos para comprar la cocaína en Colombia, transportarla a América Central y México e importarla y distribuirla ilegalmente en Estados Unidos.

La Guardia Costera descubrió el 21 de agosto de 2007 un «submarino» y aunque la tripulación lo hundió, pudo recuperarlo con los 280 kilos de cocaína dentro. Ahora, quince años después, González Valencia admitió su participación en ese cargamento perdido, que pasó por Colombia, Guatemala y México y que pretendía «coronar» en la costa oeste de Estados Unidos.

El acusado reconoció que continuó conspirando incluso después del 19 de abril de 2016, cuando ya pesaba sobre su cabeza la orden de captura internacional.

Ahora, Gerardo deberá esperar hasta abril de 2023 para conocer la pena en su contra, que, gracias al acuerdo con la fiscalía, estará más cerca de los 10 años de cárcel que de la prisión perpetua.

Las autoridades de Argentina festejaron la decisión del segundo de «los Cuinis» de declararse culpable de narcotráfico en Estados Unidos: un tribunal de Buenos Aires llevará adelante en el 2023 un juicio contra varios mexicanos y argentinos acusados, precisamente, de ayudarlo a lavar millones.

En la Argentina, Gerardo vivió con su familia en Puerto Madero. Allí abrió «Córner, mi lugar», la famosa tienda de conveniencia con la que dijo haber empezado una nueva vida lejos de las drogas y la violencia de México. Para eso inscribió Círculo Internacional SA, una filial de Círculo México. El juez federal Néstor Barral y el fiscal Sebastián Basso descubrieron que «Silverio» lavó 1,8 millones de dólares a través de la filial de Círculo México. Por eso mismo ordenaron la captura internacional de él y de Pedro Merced Medina Lizarraga, Julio César Alegre Ortega, Francisco Marzio Medina González y Rodrigo Lepe Uribe. A sus cómplices nunca los encontraron y a él no pudieron indagarlo cuando cayó en Montevideo.

Marcelo Arias, un taxista que prestó su nombre para la maniobra, y Oscar Calvete, que gerenció el negocio, deberán sentarse en el banquillo de los acusados.

En Uruguay, «Silverio» compró el chalet Quincho Grande en Punta del Este por 2 millones de dólares. Lo hizo a través de una empresa a nombre de su esposa Wendy Dalaithy Amaral Arévalo. La Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) la rastreó a partir de los Panamá Papers. También adquirió tres terrenos en Punta Ballena por 550 mil y autos de alta gama por 100 mil más. Por estas maniobras estuvieron presos su suegro Héctoral Amaral y un cambista que operaba en Piriápolis. Dos uruguayos que trabajaban como jardinero y empleada doméstica para el capo mexicano fueron acusados por «asistencia al lavado de activos».

El origen del CJNG se remonta al 2009 cuando Nemesio Oseguera Cervantes, alias «Mencho», se impuso con sus «Torcidos» frente «La Resistencia», dos grupos enfrentados por el control de lo que quedaba del Cártel del Milenio. «Mencho», casado con Rosalinda González Valencia, obtuvo la aprobación de su suegro Armando Valencia Cornelio, alias «Maradona», fundador del Milenio. A sus cuñados, los Valencia o «Cuinis», como Gerardo, les delegó la administración de los activos del cártel.

De su paso por Argentina y Uruguay, las autoridades de Estados Unidos dieron pistas de que el segundo de «los Cuinis» lavó a ambos lados del Río de la Plata más de 6 millones de dólares de las ganancias del trasiego de fentanilo y cocaína hacia el otro extremo del continente.

Con esas pistas y la declaración de culpabilidad de Gerardo, el fiscal podrá demostrar en el juicio que, así como el Cártel de Juárez del «Señor de los Cielos» en los años noventa y el Cártel de Sinaloa del «Chapo» Guzmán más recientemente, el CJNG del «Mencho» también lavó millones en la Argentina.

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