Cayó un dirigente de fútbol paraguayo en Dubai acusado de traficar 23 toneladas de cocaína hacia Alemania y Bélgica
Las primeras 16 toneladas de cocaína llegaron el 12 de febrero de 2021 al puerto de Hamburgo, Alemania. Estaban ocultas en 1700 latas de pintura acrílica de industria paraguaya. Las otras 7 toneladas le siguieron el 21 de ese mes, pero en el puerto de Amberes, Bélgica. Ya no eran latas sino bloques de madera de origen panameño. El 24 de febrero de 2021, día del anuncio de las autoridades europeas, pasó a la historia como el mayor secuestro de cocaína en Europa.
Para Elva Cáceres, al frente de un equipo de fiscales, el dueño de los dos cargamentos era Diego Isaac Benítez Cañete, hasta entonces miembro de la comisión directiva del Club Olimpia, un histórico del fútbol guaraní.
Tras más de un año de buscarlo por todo el mundo, al dirigente deportivo lo localizaron en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), pero por otras razones.
Benítez Cañete intentó ingresar en los últimos días a Dubai, uno de los siete emiratos bañados por las aguas del Golfo Pérsico, pero fue aprehendido por «problemas de documentación de carácter migratorio», según informarían en las últimas horas desde la Policía Nacional de Paraguay. Aunque sobre su cabeza pesaba la orden de captura internacional justamente por el secuetro récord de cocaína en la historia de Europa, los detectives de Interpol de los EAU no les avisaron a sus pares de Paraguay, que se enteraron casi de casualidad. Para no perder más tiempo, el Encargado de Negocios de la embajada guaraní en Qatar, Diego Estigarribia, viajó de inmediato a Dubai para reclamar la entrega del acusado.
Como reveló Encripdata el año pasado a partir de dos fuentes paraguayas con acceso a la investigación, una fuente de otro país especializada en narcotráfico y terrorismo y documentos oficiales de dos áreas vinculadas a la Dirección Nacional de Aduanas, la organización narcocriminal realizó la operación de contrabando a través de Fox Colors, la empresa de pinturas acrílicas, y Pinturas Tupa, del mismo rubro, que figura en un documento de despacho.
En su momento, los responsables de la segunda compañía informaron haberse «puesto a disposición de las autoridades» al considerarse «víctimas del narcotráfico internacional», pero según el registro de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), al que accedió Encripdata, esta era en realidad la controlante de la primera, una maniobra para que todo quedara en las mismas manos.
El propio Benítez Cañete y Karen Alcira Ortellado Talavera inscribieron en 2014 a Pinturas Tupa. Su representante legal es Martha Elizabeth Talavera de Ortellado.
Las primeras 16 toneladas fueron cargadas en cinco contenedores de Fox Colors. El barco zarpó de Paraguay, hizo escala en el puerto de Tánger, Marruecos, ubicado en el estrecho de Gibraltar, frente a la costa española, y finalmente tocó tierra el 12 de febrero de 2021 en Hamburgo, Alemania. Las otras 7 toneladas fueron cargadas en un barco en Panamá que navegó directamente al puerto de Amberes, Bélgica, para llegar el 21 de febrero.
El año pasado, cuando las autoridades europeas dieron a conocer el histórico golpe al narcotráfico internacional, el por entonces ministro del Interior de Paraguay, Arnaldo Giuzzio, hasta el 25 de enero de 2021 titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), aseguró que su gobierno sabía de la operación en marcha, pero que no podía informarlo, pero eso quedó en duda porque la fiscal Cáceres allanó de urgencia el depósito de Fox Colors en Mariano Roque Alonso recién cuando el hecho se hizo público.
El presidente Mario Abdo Benítez debió desplazar a Giuzzio en febrero de ese mismo año cuando, a su manera, reconoció haber usado un auto de una empresa de Marcus Vinicius Espindola Marques de Padua, que caería por la Operación Turf en Brasil.
Ese caso terminó salpicando para todos lados: la pareja del narco tenía el 1 por ciento de las acciones de Tabacalera del Este (Tabesa), una de las empresas del exmandatario guaraní Horacio Cartés.
De regreso a Benítez Cañete, si bien no existe un tratado de extradición entre EAU y Paraguay, las autoridades emiratíes podrían expulsarlo por los «problemas de documentación de carácter migratorio» y devolverlo a su país de origen y así minimizar el conflicto diplomático.