Condenaron a la banda de Ragusa por traficar armas para el PCC en Brasil y Paraguay
Dos años después de la Operación Palak, el mayor secuestro de armas de la historia argentina, el Tribunal Oral en lo Penal Económico (TOPE) 1 porteño sentenció este viernes a prisión a una parte de los responsables de triangular armas entre Estados Unidos, países de Europa y la Argentina para luego desviarlas hacia células del Primer Comando de la Capital (PCC) activas tanto en Brasil como en Paraguay. Según el fallo al que accedió Encripdata, los jueces Luis Gustavo Losada, Ignacio Carlos Fornari y Diego García Berro condenaron al jefe de la organización criminal, Román Ragusa, a 7 años y 6 meses de prisión.
Para Flavio Ragusa, su hermano, y Ernesto Gabriel Sánchez, 4 años y medio; para Jorge Fernando Loschiavo, 4 años; para Alfredo José Castañón, 3 años y medio; y para Ricardo Pelayo Perpiña, 2 años de cumplimiento efectivo.
El tribunal, en cambio, absolvió a Santiago Sautón porque el fiscal Marcelo Agüero Vera no había pedido condena. Sobre los aduaneros Daniel Reborido y Fabio Oliviere, aunque el acusador había planteado 5 años de prisión, los dejó libres de culpa y cargo.
Para los magistrados, el fiscal pudo demostrar que Román Ragusa fue el «organizador de una asociación ilícita dedicada al contrabando de armas de fuego, municiones y explosivos». En su casa, los investigadores secuestraron 290 armas de fuego, 36 mil municiones de distintos tipos y calibres, gran cantidad de stock de municiones de los fusiles de asalto AK47 y AR15, 55 kilos de pólvora, casi 10 mil vainas y un poco más de 4 mil fulminantes.
La investigación comenzó el 17 de octubre de 2018 cuando Homeland Security, de los Estados Unidos, alertó a la Aduana de la Argentina sobre un paquete detectado en el aeropuerto internacional de Miami con destino hacia Buenos Aires. Tenía partes de un fusil de asalto AR15.
En un año, los detectives de Gendarmería descubrieron que la organización liderada por Ragusa desviaba las armas hacia el PCC en Brasil y Paraguay.
Ragusa en realidad era el responsable de la «pata local» de la organización internacional. En Paraguay operaban junto a Carlos Federico León Ocampos y Eduardo Alberto «Matungo» Ramírez Cantero.
Como dueño de Comtecpar SA, Ocampos tenía contratos como proveedor de varios ministerios de Paraguay: Interior, Justicia, Defensa, Secretaría Antidrogas (Senad) y Público Fiscal. Y hasta de la Corte Suprema de Justicia. Eso le servía de fachada para triangular armas entre contrabandista argentinos y narcos brasileños. En su casa de Asunción, los agentes de la Secretaría Antidrogas (Senad) le decomisaron en 2016 el mayor arsenal sin declarar de la historia paraguaya: ametralladoras, fusiles, escopetas, rifles, pistolas, revólveres, cargadores, silenciadores, cañones, bengalas, granadas y detonadores. A pesar de eso, Ocampos siguió libre y activo. Un tribunal recién lo sentenció en 2020 a 13 años y medio de prisión por operar para el cártel brasileño. A «Matungo» le dio 7 años.
En su momento, Lorena Ledesma, la fiscal que investigó la «pata guaraní», fue por más -según pudo confirmar el autor de esta nota como reveló para TN.com.ar– al cruzar un dato clave con su par Zully Figueredo, a cargo de la operación Smuggling: Ocampos tenía en su casa una camioneta Toyota blanca a nombre de RSS Internacional SA y Sergio Denis Sierra. Este hombre era uno de los socios de esa empresa. El otro socio: Elton Leonel Rumich Da Silva, alias «Galán», «gerente» del brasileño PCC en Pedro Juan Caballero, conocida como «capital nacional de la marihuana» de Paraguay.
Cuando cumplan su condena en Paraguay, Ocampos y «Matungo» deberán responder en la Argentina.