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El hilo invisible entre el crimen y el poder

Vecchio reveló que «Pillín» Bracamonte «manejaba las inferiores» de Central

Emiliano Vecchio reveló la verdad sobre su salida de Rosario Central

Emiliano Vecchio reveló la verdad sobre su salida. Crédito: CARC.

El 6 de noviembre de 2005, con apenas 16 años, Emiliano Vecchio debutó en el club de sus amores: Rosario Central. El destino y el director técnico, Ariel Cuffaro Russo, quisieron que fuera frente al clásico de toda la vida, Newell’s Old Boy, y de visitante, en el Coloso del Parque. Por estos días, veinte años después y tras una carrera que lo llevó por siete países, el futbolista cerró una herida de sus dos etapas en el Canalla. Para eso, se animó a meterse con un tema prohíbido: las inferiores y los barras.

«Hoy lo puedo decir tranquilamente. En ese momento, la barra manejaba Central. Cuando yo era chico, tenía todos los jugadores. Y yo… vos tenías que firmar con la barra. No tenías opción. Y cuando me voy, claro, me representaba la barrabrava, como a todos los jugadores, era así», reveló Vecchio en TNT Sports.

Convocado por Cristian González para acompañarlo en su primera experiencia como entrenador, Vecchio regresó al club en 2020, pero en el 2022, otra vez los problemas: «Cuando ‘el Kily’ se va, ahí me tocaron la puerta, se metieron en el vestuario, eran un montón, y delante de mis compañeros me dijeron que me tenía que ir. Yo era el capitán del equipo… ya en ese momento, amenazaban a mi familia».

«Cuando se va ‘el Kily’, (los dirigentes) hablan con varios entrenadores, el requisito número uno: ‘Lo tenés que sacar a Emiliano’. Muchos técnicos dijeron que no y Somoza, como era su primera experiencia, dijo que sí. Llegó, me sacó y le dije: ‘Hagamos una cosa, yo sé que vos vas a durar poco en Central, yo conozco el club, estos dirigentes te van a echar rápido, porque no tenés la espalda para manejar un club como Central, yo me quedo en reserva, no molesto, entreno contraturno y cuando vos te vas, yo vuelvo’. Duró diez fechas. Ahí, llegó la barra, golpearon la puerta, me dijeron que me tenía que ir adelante de todos mis compañeros, agarré mis cosas de la habitación, las puse en una bolsa y así me fui de Central», revivió Vecchio con amargura.

Vecchio se refirió a Andrés Bracamonte, alias «Pillín», el líder de Los Guerreros desde 1999. En estos 25 años, intentaron matarlo 29 veces. Pero aguantar los trapos le dio las llaves del club a través de Sergio Daniel Quiroga, intendente del Gigante de Arroyito, y de Juan Carlos Silvetti, representante de jugadores.

En 2008, una disputa entre Carlos Usandizaga y Silvetti dejó a varios futbolistas en el medio, al punto de que el por entonces presidente denunció que el líder barra y el representante manejaban las inferiores, como ahora confirmó Vecchio. Los pillines querían sentirse jugadores y algunos jugadores, como Luciano Figueroa y César Delgado, guerreros por un día en el paraavalanchas.

Esa pelea terminó en 2010, cuando Rosario Central descendió a la Primera B Nacional. Desde la tribuna, «Pillín» exigió la renuncia de Usandizaga.

Tres años después, con Miguel Ángel Russo como director técnico y Paulo Ferrari -representado por Silvetti- como capitán, el Canalla regresó a la Primera División.

Tal vez aquella haya sido su última vuelta olímpica dentro de la cancha. Por el derecho de admisión, «Pillín» debió seguir por televisión la obtención de la Copa Argentina, en 2018, y la Copa de la Liga, en 2023.

Como contó Encripdata, fuera de la cancha también fueron socios: con Quiroga, intendente del Gigante de Arroyito, se asoció en Ruffino SA, una empresa dedicada a la fabricación y comercialización de ropa deportiva, calzados, prendas y accesorios de vestir. Y con Silvetti, el representante que sobrevivió al descenso, en Kabrasi SRL, una sociedad dedicada a la compraventa de combustibles y biocombustibles para buques, servicios gastronómicos y servicios navieros.

La noche del 9 de noviembre de 2024, un grupo comando lo emboscó a la salida de un partido. Esa noche acabaron con su vida, con sus negocios y con su mano derecha en la barra, Daniel Attardo, alias «Rana».

Vecchio, entonces, por fin pudo romper el silencio.

En las redes, el hijo de «Pillín» le marcó la cancha.


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