Cartas de mi esperanza: «Chabela» le escribe a San Borja

Cartas de mi esperanza: Chabela le escribe a San Borja. Crédito: Encripdata.
Jade Isabela Callaú Barriga lleva ya 43 días detenida. En ese tiempo, su familia realizó diversos eventos, como un bingo, y con los fondos recaudados, la madre pudo viajar en los últimos días a la Argentina y visitarla en la cárcel de mujeres, como pudo saber Encripdata. «Chabela», como se hizo conocida en las redes sociales, fue la ganadora a los 16 años de la Miss Fexpo Borja 2019, Beni, pero cinco años después aterrizó en Entre Ríos con 369 kilos de cocaína.
Desde la prisión de máxima seguridad para mujeres, mientras lleva adelante el proceso con un defensor oficial, escribió cartas para agradecer el apoyo de sus vecinos, cartas a las que tuvo acceso Encripdata.
«Me tomo el tiempo de escribirle a un pueblo entero, mi corazón salta de alegría (por) saber que tengo el apoyo de mi gente, agradezco por el amor y la simpatía que han tenido muchos con mi familia, gracias de corazón a cada uno de ustedes, estaré eternamente agradecida, mi San Borja querida, realmente gracias, Chabelita».
El 22 de enero, un piloto brasileño aterrizó el Cessna 210 en un campo de Ibicuy porque se quedó sin combustible. Cuando la Policía de Entre Ríos y la Gendarmería llegaron, no quedaba nadie. Solo el cargamento. Al final, los atraparon, a él y a su acompañante, «Chabela».
La jueza federal Analía Rampoli ordenó trasladar al piloto brasileño y a la exreina de belleza boliviana desde la comisaría del pueblo hasta la cárcel de Ezeiza ante el temor de que un grupo comando quisiera rescatarlos.
La magistrada decretó el secreto de sumario para evitar la filtración de medidas de prueba, en acuerdo con los fiscales Pedro Rebollo, de la jurisdicción, y Diego Iglesias, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar).
«Chabela» es sobrina de Jorge Adalid Granier Ruiz, un boliviano recientemente condenado a 10 años de prisión, precisamente, por «bombardear» cargamentos de cocaína en la misma ruta en la que cayó ella.
La familia reconoció el parentesco ante Encripdata: «Somos familiares por parte paterna, pero casi que no hemos convivido mucho porque vivían en otra ciudad. Nosotros creemos que ella fue de acompañante del piloto para ganar dinero. Porque nosotros somos de escasos recursos. Depende de dónde vaya, tenemos entendido que pagan 10, 15 y hasta 20 mil dólares, pero no estamos seguros. Nosotros no tenemos conexiones con el narcotráfico. Ella tomó una mala decisión solamente por el dinero».
Y en una segunda comunicación con este medio, la familia remarcó que ni ellos ni «Chabela» tienen relación con este reconocido narcotraficante boliviano, más allá del parentesco.
Granier Ruiz, alias «Nono» o «Chuleta», tiene conexiones importantes en América del Sur: en la Argentina, su socio es Fabián Gustavo Pelozo, alias «Calavera»; en Brasil, alguien aún más pesado, Gilberto Aparecido Dos Santos, alias «Fuminho», ni más ni menos que uno de los jefes del Primeiro Comando da Capital (PCC).
Para algunos investigadores, la sociedad entre Pelozo, Granier y Dos Santos podía cristalizarse en el primer cártel de la región.
Cártel o no, la organización sigue operando.
Somos un medio especializado en el crimen organizado en la Argentina, sus relaciones subterráneas y sus conexiones internacionales. Hacemos periodismo de investigación sin recurrir a pauta oficial ni a publicidad privada. Somos Encripdata, el hilo invisible entre el crimen y el poder. Si te gustó esta historia, tomemos un café y te contamos más.
