La masacre de Sacaba, la otra carga del militar boliviano detenido por la avioneta con 475 kilos de cocaína
Durante la tarde del miércoles, a las 14.46, el operador del nuevo radar de Tostado, Santa Fe, detectó el vuelo no autorizado de una avioneta con matrícula boliviana a la altura de Pozo de Toba, Santiago del Estero. Tras declararlo como un tránsito aéreo irregular (TAI), dos aviones de la Fuerza Aérea Argentina, apostados en Reconquista, lo persiguieron durante 500 kilómetros hasta que forzaron al piloto a aterrizar en Luis Palacios, un paraje rural ubicado a 30 kilómetros al noroeste de Rosario.
Tras el descenso, la FAA solicitó la colaboración de las fuerzas de seguridad. Cuando los gendarmes llegaron al lugar, el piloto ya se había volado, pero ni él ni las dos camionetas de apoyo pudieron llevarse los 475 kilos de cocaína con el sello de un toro bajorrelieve.
Esta mañana, finalmente, lo detuvieron. Según documentos oficiales a los que accedió Encripdata, se trata de Oscar Armando Caba Hurtado, de 57 años, que supo ocupar diversos puestos en la Fuerza Aérea Boliviana, como la jefatura del Departamento Económico Financiero de la Inspectoría General de la fuerza.
Todo cambió el 28 de enero de 2022: ese día, la Fiscalía General del Estado solicitó arrestarlo por la masacre de Sacaba, ocurrida durante la crisis política que marcó el fin de la hegemonía de Evo Morales.
El 10 de noviembre de 2019, tras casi catorce años en el poder, Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera renunciaron en Bolivia, señalados por la Organización de los Estados Americanos (OEA) por irregularidades en las elecciones de octubre.
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) primero se refugió en México y después en la Argentina. Dos días después, el Congreso proclamó a la vicepresidenta de la Cámara de Senadora, Jeanine Áñez.
Sin embargo, trabajadores cocacoleros se movilizaron durante varios días para impulsar el regreso de Evo. El 15 de noviembre de 2019 se dirigieron a Cochabamba, pero las Fuerzas Armadas y las fuerzas de seguridad les cortaron el paso en el puente de Huayllani, localidad de Sacaba. Allí abrieron fuego contra la multitud. Así, mataron a 10 personas e hirieron a un centenar más. Cuatro días después, asesinaron a 10 personas más en una protesta similar en Senkata, La Paz.
El año pasado, el fiscal general de Estado, Juan Lanchipa, dio a conocer sus conclusiones sobre la investigación, en la que solicitó enjuiciar a la expresidenta Áñez, dos exministros, dos policías y 13 militares por las masacres de Sacaba y Senkata, entre ellos a Caba Hurtado, por entonces coronel de la Segunda Brigada Aérea. Y aunque el juicio aún no empezó, el coronel retirado recuperó la libertad.
No es la primera vez que la Fuerza Aérea Argentina intercepta a un TAI en pleno vuelo. El 17 de enero de 2019, un Pampa obligó a una avioneta a pegar la vuelta hacia Paraguay, donde se perdió en la zona de Ñeembucú.
Ahora, los fiscales federales Claudio Kishimoto, de la Sede Fiscal Descentralizada de San Lorenzo, y Diego Iglesias, el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), ordenaron las primeras medidas de prueba para intentar determinar la conexión local.
El militar boliviano retirado, dicen, cuando abandonó la avioneta, preguntó a los vecinos del lugar cómo podía llegar a otro pueblo.
De alguna forma quería refugiarse en Ibarlucea.