Dos narcos a los que la Bonaerense les robó 500 kilos fueron detenidos en pleno juicio por falso testimonio
Aunque el juicio promete durar un año, este miércoles, como los primeros días de calor de esta primavera, mostró la temperatura que alcanzará semana tras semana. En esta audiencia, según pudo reconstruir Encripdata, declararon los primeros testigos: Jorge Omar Anacona y Arnaldo Andrés Hurtado, dos personas arrestadas la noche del 29 de diciembre de 2013 por la operación Leones Blancos, el robo de 500 kilos de cocaína en plena autopista Panamericana por parte de la Policía Bonaerense.
Por si no se entendió: los dos narcos, absueltos por un tribunal por entender que la Bonaerense armó el caso, debían declarar como testigos contra los mismo policías que les habían robado la mitad del cargamento. En 2016, el tribunal ordenó extraer testimonios para investigar al fiscal a cargo del caso, Claudio Scapolan, y los uniformados que actuaron.
Analizando el accionar de Scapolan en Leones Blancos, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado y el fiscal Fernando Domínguez descubrieron un modus operandi en expedientes de San Isidro sobre actividades compatibles con el narcotráfico. Durante la instrucción, Anacona y Hurtado declararon como testigos.
El abogado Damián Odetti se constituyó como querellante en representación de Sergio Santellán y Federico Bravo, relacionados con el submundo del narcotráfico, pero en estos casos víctimas de extorsiones de la asociación ilícita, una incluso que quedó registrada en video.
Con todo, el 24 de julio de 2020, en plena pandemia, la jueza Arroyo Salgado y el fiscal Domínguez decidieron detener a 53 personas, entre policías de Quilmes, Moreno y San Isidro, abogados y testigos truchos. También a Maximiliano Jarisch y Gustavo Sanvitale, secretarios del fiscal. En cambio, como Scapolan tenía fueros, solo pudieron allanarlo.
Este miércoles, entonces, Anacona y Hurtado, en libertad, se presentaron para declarar como testigos ante el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín, integrado por los jueces Silvina Mayorga, Héctor Sagretti y Daniel Gutiérrez.
Ante las primeras preguntas y las primeras evasivas, el fiscal de juicio, Marcelo García Berro, y el abogado Odetti se dieron cuenta que entre las testimoniales de noviembre de 2018 y las de este miércoles algo había cambiado. Uno de ellos ni siquiera quiso reconocerse en las fotos que les mostraron sobre la noche en la que lo arrestaron con una tonelada de cocaína en su poder en la autopista Panamericana.
En pleno, el tribunal ordenó la inmediata detención de Anacona, por entender que fue reticente al declarar, y de Hurtado, por afirmar una falsedad o negar o callar una verdad en todo o en parte. En limpio: por falso testimonio.
Seis años atrás, en cambio, Anacona y Hurtado, sin decir que la tonelada de cocaína era suya para no autoincriminarse, dieron a entender cómo los policías se robaron la mitad. Y eso que la jueza Arroyo Salgado y el fiscal Domínguez les hicieron saber que en calidad de imputados absueltos con sentencia no firme, podían abstenerse de relatar circunstancias que consideraran autoincriminatorias:
-¿Cómo fue el procedimiento del 29 de diciembre de 2013?
-No contesto porque me puedo autoincriminar.
-¿Cómo llegó usted a la quinta?
-A mí me detuvo la Policía en el peaje. A la media hora llegó una persona que se presentó como el fiscal. Era delgado, calvo, piel trigueña. Yo vi cómo los policías entraban y bajaban a la camioneta, no sé si llevaban algo.
-¿Faltó algo de la quinta?
-Faltaron cosas de la vivienda, como televisores, sillones y ropa.
-¿Faltó algo de la camioneta?
-No contesto porque me puedo autoincriminar.
Ahora, Anacona y Hurtado quedarán hasta el lunes, al menos, en una delegación de la Policía Federal (PFA) a disposición de un juzgado federal de San Martín, que deberá analizar las diferencias entre las testimoniales de noviembre de 2018 y las del miércoles.
En la primera audiencia, la que abrió el juicio, todos los acusados hicieron uso del derecho constitucional a negarse a declarar -aunque pueden hacerlo en cualquier momento del debate-. Los «arrepentidos», en tanto, se remitieron a lo declarado en la instrucción. El debate podría durar un año: las partes deben discutir las evidencias producidas a lo largo de 83 cuerpos principales, 10 cuerpos de legajo fiscal y 200 incidentes, o sea, 40 mil fojas o más.
El próximo miércoles, el tribunal reanudará el juicio, con 32 personas imputadas, entre uniformados, abogados y testigos truchos, que incluyen los hechos «Bustamante», «Santellán», «Basaldúa» y «Acosta».
De lo que suceda en este debate caliente podría adivinarse el futuro del destituido fiscal Scapolan, que será juzgado, precisamente, más adelante, en otro proceso.
Y aunque el tiempo pase y la verdad huya, la Bonaerense nunca podrá corregir su error: informó que Leones Blancos comenzó el mismo día de la incautación gracias a una denuncia anónima. Es más: un policía la registró en el libro de guardia a las 17.35.
Pero la llamada nunca existió.
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