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Un paso adelante

Caso Loan: la historia del socio del «Americano» que cayó por una chopera narco a Pamplona

La historia del socio del "Americano" que cayó por mandar una chopera narco a Pamplona

"El Americano". Su socio cayó por una chopera narco. Crédito: LinkedIn.

El sábado 14 de septiembre se cumplieron tres meses desde que un almuerzo familiar en El Algarrobal se tragó a Loan Danilo Peña. El domingo siguiente, la jueza federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo, ordenó arrestar a nueve personas, todas, de alguna u otra manera, por entorpecer la búsqueda del nene de solo 5 años. Era lógico: todos los comensales mienten o callan, de Loan solo quedó un botín plantado en un pantanal y, encima, mientras intenta esclarecer el caso, personas de todo tipo pretendían desviar la investigación. Marchen presos. Entre ellos, la Policía Federal (PFA) arrestó a Gabriel Nicolás Soria, que saltó a los medios bajo el apodo de «Americano» por su forma de dirigirse a los habitantes del pueblo. Estaba en Avellaneda.

Dicen los periodistas que se lo cruzaron en la zona que Soria, con una carnet de conducir de Miami en la mano, se presentaba como agente de Inteligencia con un espanglish con acento más del conurbano que de la Florida, como los audios que publicó América 24 entre aquel y uno de los integrantes de la organización narcocriminal de «Cabeza» López, que ante la falta de pruebas, alimentaron una nueva teoría: el ajuste de cuentas del narcotráfico.

Soria, además del registro de conducir estadounidense, figuraba, al menos en los papeles, como director de The Perspective, una empresa radicada en Miami. Para correr el velo del misterio sobre «el Americano», tal vez sirva conocer la historia de su socio en la compañía, Carlos Alejandro Taddei.

El 8 de marzo de 2023, la Policía de la Ciudad arrestó a Taddei en su casa del barrio porteño de Mataderos. La fiscal María Gabriela Ruiz Morales lo acusó de formar parte de la organización narcocriminal de Ignacio Actis Caporale, alias «Ojito», en una operación de contrabando de un kilo de cocaína, según pudo reconstruir Encripdata.

Unos meses antes, el 14 de diciembre de 2022, una pareja se presentó en una sucursal de DHL en la avenida Córdoba al 5000 para despachar una chopera con 992 gramos de cocaína con un 91 por ciento de pureza. El destino: una mujer que vivía en Pamplona, en el norte de España, investigada en el 2018, justamente, por actividades compatibles con el narcotráfico. La encomienda nunca salió, el correo dio aviso.

Entonces, la Policía de la Ciudad detuvo a la pareja, un taxista y a Taddei. También a Actis Caporale, que ya tenía antecedentes: oriundo de Rosario, estuvo cuatro años prófugo. Durante ese tiempo, se dio el gusto de correr carreras en el autódromo Gálvez, usando otro nombre, claro. Después, sí, lo atraparon. Un tribunal lo sentenció a 9 años de prisión como organizador de una banda dedicada al narcomenudeo. Como arrepentido, señaló al exjefe de Drogas de la Policía de Santa Fe, subcomisario Alejandro Druetta, a quien otro tribunal condenó a 10 años de prisión, precisamente, por liberar zonas para luego caerles a los traficantes.

Cuando ordenó mandar la encomienda a España, «Ojito» no estaba en Rosario, se había instalado en un coqueto edificio de Palermo, a pocas cuadras del tradicional shopping, donde cumplía prisión domiciliaria.

Con la organización desbaratada, la mayoría se apuró a dar su versión de los hechos para mejorar su situación. Tal vez el que más habló fue Taddei: como hasta él llegaron por su auto, afirmó que para tener un ingreso extra, se lo alquilaba a un amigo para que trabajara como chofer de Uber, pero este amigo y la novia lo usaron para llevar la encomienda a DHL.

«Me llama y me dice que tiene una amiga que le envió a un familiar una encomienda: ‘vos por ahí me podés dar una mano’. Esto me lo dice porque él sabe que yo había hecho encomiendas de gafas. Siempre impo, nunca expo. Me dice que a su amiga le había quedado trabado en DHL. Agrego el track, veo los movimientos, veo España, veo canal rojo. Como conozco del tema, percibo el peligro. Como si me dijeran que lleve una valija en un aeropuerto. Yo le digo que no podía ayudarlo, le digo que no se metiera. Él me dice que estaba todo bien. Pero el veintipico de diciembre me llama y me pide perdón. Y me explica que era una encomienda por la que le habían pagado 40 mil pesos, que venía de parte de ‘la China’, su novia hasta el momento. Él es otro perejil más. Esto era un negocio de ‘la China’ y un familiar que se llama ‘el Primo'».

La fiscal determinó que «Primo» era «Ojito». Para que le creyeran, Taddei, insistentemente, solicitó que revisaran las «escuchas» telefónicas. Y como se desprenden de las transcripciones, a las que tuvo acceso Encripdata, quiso sacar ventaja del problema que tenía la mujer con la encomienda:

-Escuchame, yo le estoy armando una jugada a ‘la China’, por hija de mil putas.
-Sí.
-Esto, te estoy haciendo partícipe a vos, estamos mi primo, yo y un pibe de afuera.
-Sí.
-Le voy a pedir 10 lucas verdes, escuchame, le vamos a hacer todo el cuento de que somos de la Aduana, yo nunca voy a aparecer ni nada, y que va a encontrarse con un chabón que le va a salvar la mercadería y en verdad es alguien que, somo nosotros, que nos estamos adelantándonos a la jugada.
-Sí.
-Le vamos a pedir 10 verdes.
-No sé si las va a tener…
-Porque le vamos a decir que ya está al horno.
-Si habla…
-Ya está con la Policía, que ya está todo, le vamos a mandar un mail, le vamos a mandar todo tal cual haría la Aduana, el pibe con las cosas de AFIP, se la va encontrar, le vamos a decir: ‘Nos encontramos afuera y hablamos, escuchame, estás al horno, ya salió todo, la única manera que hay es que yo te cambie el nombre y te haga desaparecer tu nombre, diez verdes mañana.
-Sí.
-¿Está? Le vamos a pedir 10 verdes.
-Sí.
-Dos quinientas son para vos.
-¿En serio me decís?

Los investigadores no pudieron saber si concretaron la jugada contra «la China», pero al revisar la actividad telefónica, descubrieron maniobras de narcomenudeo en taxi. Entonces, Taddei reiteró que su auto lo alquilaba para tener un ingreso extra y que el chofer a veces le pagaba con droga para consumo personal.

Al final, tras un acuerdo de juicio abreviado, un tribunal condenó a Taddei a 3 años de prisión en suspenso. A «Ojito», en tanto, le impuso 6 años, por lo que volvió a la cárcel, donde empezó a planificar viajes de «mulas» a España, esta vez con valijas llenas de cristal.

Pero una duda quedó en el aire: por qué Taddei necesitaba alquilar su auto para tener ingresos si desde 2021 era socio de Soria en una empresa registrada el 24 de septiembre de ese año en la Argentina como The Perspective SA y el 13 de agosto en los Estados Unidos, como Perspective CIA LLC.

Su historia, la del empresario que no llega a fin de mes, no cierra.

La del «Americano» y su incursión en la tierra de Loan, menos.

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