Encripdata

El hilo invisible entre el crimen y el poder

De Forza al mago Alex: la mala suerte de Cristian Heredia de estar siempre «en el momento y en el lugar equivocado»

Heredia, siempre "en el momento y en el lugar equivocado"

La mala suerte de estar siempre "en el momento y en el lugar equivocado". Crédito: Facebook.

–Leo, a mí no me gusta nada esto.
–Ah sos un maricón.
–Yo no voy a ir.
–Yo después te traigo la plata
1.

Aquella noche, Leopoldo Bina cenó con la familia y su amigo Cristian Heredia en el bar Lisandro, cerca de la cancha de Vélez. Entre bocado y bocado, contó muy por arriba lo que haría al día siguiente: iría con Sebastián Forza y Damián Ferrón a reunirse con Martín Lanatta. El plan era venderle un cargamento de efedrina. Eran 200 mil dólares para cada uno. A Heredia algo le hizo ruido. Se bajó a tiempo de ese viaje a Quilmes sin retorno.

Al día siguiente, cuando Forza, Ferrón y Bina entraron a esa casa de la calle Nicolás Videla 631, cuando atravesaron el enorme paredón de ladrillos rojos, cuando abrieron la puerta blanca, quedaron a merced de la banda integrada, entre otros, por los Lanatta y los hermanos Víctor Schillaci y Marcelo Schillaci. La emboscada salió a la perfección.

El reloj marcaba las 13.02 del 7 de agosto del 2008.

Después, todo se hizo borroso.

Heredia, que se quedó con ganas de ir, pensó que se habían ido a festejar sin él. Entonces, a las 16.34, le escribió a Forza:
–Larguen Croix2.

A las 17.26 insistió:
–Traigan un gato3.

Pero ninguno de los tres estaba ya para contestar. A Heredia, su corazonada, literalmente, le salvó la vida. Los cuerpos de sus amigos aparecieron una semana después en un zanjón de General Rodríguez.

Durante el juicio, Heredia contó que Bina, su amigo, conocía de chico a Ferrón y que lo volvió a ver, de casualidad, en junio del 2008 en el gimnasio donde daba clases. Damián, además, se acercó a Forza por los medicamentos. Los tres se hicieron amigos muy rápido, obnubilados por hacer negocios con la efedrina, el precursor químico estrella de aquella época para fabricar crystal, una de las formas de las metanfetaminas más consumidas en los Estados Unidos.

A su turno, Ricardo Sladkowski, un policía federal retirado para el que trabajaba Bina, declaró que «Heredia iba a ir a la reunión, pero no pudo porque estaba a cargo de un gimnasio, si no hoy estaríamos hablando de cuatro muertos». Y en esa línea, descartó que las ejecuciones de Forza, Ferrón y su amigo estuvieran vinculadas al Cártel de Sinaloa u otros que bajaron a la Argentina para triangular la efedrina desde China e India hacia México y Estados Unidos.

Para Sladkowski, un habitué de la comunidad de inteligencia local e internacional, quien ordenó el triple crimen fue alguien «muy superior».

Capaz de mandar a matar a tres personas o a las que fueran necesarias: «Si había cinco, mataban a los cinco; si había diez, mataban a los diez»4.

Heredia, Sladkowski y otros testigos coincidieron: Bina pagó con su vida haber estado «en el momento y en el lugar equivocado».

Para la viuda de Bina, la verdad era más compleja. Y cansada de las amenazas, decidió vomitarla frente al tribunal: «Todos se conocieron por intermedio de Heredia un mes antes de que pasara lo que pasó. Andaban juntos por la venta de efedrina«.

Después de tres meses de debate oral y público, el 21 de diciembre del 2012, el Tribunal 2 de Mercedes condenó a cadena perpetua a los Lanatta y los Schillaci como partícipes necesarios del triple crimen de General Rodríguez. Sin embargo, los jueces María Graciela Larroque -que lideró el voto-, Fernando Bustos Berrondo y Marco Tomás E. Barski -que adhirieron en un todo- no pudieron dar por acreditado dónde los mataron, dónde guardaron una semana los cuerpos y, principalmente, quién dio la orden.

Operación Crystal, el libro que revela la trama que llevó al triple crimen
Operación Crystal, el libro que revela la trama del triple crimen. Crédito: Ceruse – Ferrón.

En el libro Operación Crystal, el expediente secreto sobre el triple crimen5, el autor de esta nota y Diego Ferrón -hermano de Damián- investigaron el rol de la DEA de los Estados Unidos en la instigación del triple crimen de General Rodríguez.

El tiempo pasó y Heredia volvió al anonimato.

Hasta el 25 de junio del 2018: ese día, un anónimo llamó a la Subdelegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado Pilar y denunció que Heredia y su hermano se dedicaban a la venta de cocaína y pastillas6.

Un año después, sin avances en la investigación, el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, resolvió archivar el expediente.

Pero casi al mismo tiempo, la jueza federal María Servini ordenó arrestar a Heredia por la «ruta de la efedrina»: a pesar de que en el juicio por el triple crimen habían declarado que Bina no tenía nada que ver, la magistrada descubrió que la víctima trabajaba con él, Sladkowski y otras personas más para la organización de Rodrigo Pozas Iturbe.

Alguna vez, entrevistado por el autor de esta nota, Pozas Iturbe sugirió que representaba los intereses del Cártel del Golfo7 en la Argentina, aunque Juan Jesús Martínez Espinoza, otro narcotraficante mexicano, lo relacionó con los Cuinis8, una célula del Cártel del Milenio que pasó a trabajar para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), también presente en Buenos Aires.

Entre el 17 de septiembre de 2007 y el 29 de julio de 2008, la banda de Bina realizó 166 operaciones internacionales por 1496 kilos de efedrina con destino a México y Guatemala.

El 11 de junio del 2019, cuando allanó la casa de Heredia en el barrio Las Brisas Country Club, Pilar, la Policía de la Ciudad encontró frascos y bolsas de nylon con cocaína, marihuana y pastillas. Todo, dentro de un morral. Así, además del tráfico de efedrina, el acusado sumó una imputación por tenencia simple de estupefacientes.

Cuatro meses después, y aunque estaba preso, Heredia volvió a «estar» relacionadas con las personas equivocadas: dos hermanos mataron al ilusionista Leonardo Fernández, más conocido como «mago Alex», y la novia Jésica Alberti Cigola la noche del 24 de octubre del 2019 en San Fernando. Otra vez, el nombre de Heredia volvía a un expediente: conocía a las víctimas y a los victimarios.

Y, otra vez, la sombra del narcotráfico mexicano lo perseguía: se llegó a hablar de los negocios con Claudia Berenice Ochoa Félix9, alias «Emperatriz Ántrax» o la «Kim Kardashian de Sinaloa» y que el hermano de Heredia mandó a matar al «mago Alex» por una deuda de miles de dólares vinculada al consumo de cocaína.

Sin embargo, el juez González Charvay, por el expediente federal, no pudo profundizar la pista mexicana y el fiscal Alejandro Musso, por el expediente provincial, se concentró en resolver el doble crimen, según pudo saber Encripdata.

Durante el debate, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro les dio la palabra a Rubén Andrés Grasso, alias «Chashy», y su medio hermano Roberto Juan Alegre para defenderse. «Chashy» contó que conoció al «mago Alex» en una fiesta organizada por los Heredia cuando vivían en Nordelta, donde todos se pusieron de acuerdo en un nuevo negocio: falsificar billetes, especialmente dólares.

Según la versión de Grasso, a él le daban «dinero y drogas» a cambio de dibujar los dólares, pero, poco a poco, él y los Heredia lo corrieron al «mago Alex»: «Lo estábamos cagando. Y estaba enojado. Los últimos días me venía insistiendo para que nos veamos por este tema, me amenazó con un sicario»10.

Finalmente, se vieron las caras. Fue el 24 de octubre del 2019 en el departamento de «Chashy» en San Fernando. Allí, Grasso y Alegre mataron a puñaladas y fierrazos al «mago Alex» y a la novia. Tras el doble crimen, los asesinos fueron hasta la casa de las víctimas en Parque Patricios en busca del tesoro: en una de las fiestas, el ilusionista les había hecho creer que tenía escondido 2 millones de dólares. Tras dar vuelta toda la casa, solo encontraron el resultado de su propio trabajo: billetes falsos.

El 7 de diciembre del 2023, los jueces Esteban Andrejin, Osvaldo Rossi y Federico Ecke sentenciaron a prisión perpetua a Grasso y Alegre por el doble crimen de San Fernando.

De regreso a Heredia, el juez González Charvay lo procesó por la tenencia simple de estupefacientes. La Cámara Federal de San Martín recientemente confirmó la validez del allanamiento y del procesamiento.

Pero a Heredia nadie le preguntó quién le regaló la moneda de oro mexicana11 incautada en su casa del country.

Y lo más importante: a cambio de qué.


1 Testimonio de la mujer de Bina en el juicio por el triple crimen de General Rodríguez.

2, 3 Mensajes de texto extraídos del expediente judicial sobre el triple crimen de General Rodríguez.

4 Testimonio de Sladkowski en el juicio por el triple crimen de General Rodríguez.

5 Ceruse, Agustín y Ferrón, Diego. (2023). Operación Crystal. Editorial Dunken.

6, 8 Extracto del expediente judicial.

7 milenio.com/policia/narco-traficaba-efedrina-china-mexico-argentina

9 clarin.com/policiales/investigan-empresario-nordelta-contrato-asesinos-mago-alex-novia_0_Ux2qR5vf.html

10 Declaración de Grasso en el juicio por el doble crimen de San Fernando.

11 Fuente con acceso al expediente.

About Author