Excarcelaron al exjuez Reynoso porque la condena está confirmada, pero no firme
Exjuez Reynoso, fiscal Bruno y una coima de 150 mil dólares de un narco de Orán. Crédito: MPF.
Por unanimidad, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) 1 de Salta concedieron el 10 de octubre la excarcelación y ordenaron la inmediata libertad de Raúl Reynoso, el exjuez federal de Orán condenado a 13 años de prisión por beneficiar a narcotraficantes con fallos judiciales a cambio de plata o bienes. Reynoso solo cumplió 6 años y 3 días en la cárcel de Güemes.
Acorralado por un procesamiento con prisión preventiva, Reynoso renunció al cargo el 30 de abril de 2016 para intentar descomprimir su situación procesal, pero el Gobierno aceptó su dimisión, perdió los fueros y, en consecuencia, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) cumplió con la orden de detención el 1 de mayo de ese año en Salta.
Tres años después, el 25 de marzo de 2019, el tribunal sentenció a Reynoso a 13 años de prisión como autor de siete hechos de concusión en concurso ideal con seis hechos de prevaricato, es decir, dictar resoluciones contrarias a la ley a cambio de dinero. Por uno de esos casos, los jueces ordenaron que restituyera a dos víctimas 500 mil pesos de aquella época a cada uno.
Por esos mismos hechos, el tribunal condenaron a los abogados María Elena Esper y Ramón Valor a 10 años y 4 años de prisión, respectivamente, pero absolvieron a la letrada Lucinda María Segovia y, por el beneficio de la duda, al jefe de despacho del juzgado Miguel Ángel Saavedra, el ordenanza César Aparicio, su hermana Rosalía Aparicio y el abogado René Gómez.
En ese juicio también fue juzgado su cuñado Arsenio Eladio Gaona, pero el recaudador del juez, de eso lo acusaban, desapareció antes del veredicto. Nunca más lo vieron por Orán.
Como Reynoso fue arrestado el 1 de mayo de 2016, la pena impuesta vencería recién el 1 de mayo de 2029, pero el laberinto judicial haría lo suyo, como pudo reconstruir Encripdata.
La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó el 18 de abril de 2023 los recursos de casación de Reynoso y compañía y, en consecuencia, confirmó la sentencia. Un mes después, la misma sala declaró inadmisibles los recursos extraordinarios. Entonces, la defensa de Reynoso presentó un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que se encuentra en trámite por ante la secretaría judicial 3.
En otras palabras: Reynoso arrastraba una condena confirmada, pero no firme y tenía abiertos otros procesos, pero en el medio pasaron cosas.
En la cárcel de Güemes, el exjuez federal, mientras peleaba sus causas, realizó varios cursos de formación: de Asistente Deportivo del Árbitro, de Encuadernación Artesanal, de Organización de Bibliotecas, de Asistente Jurídico, de Administrador de Consorcio, de Oratoria, de Presentación en público e Inglés. Por todo esos talleres, considerados estímulos educativos, el tribunal le descontó 17 meses de la pena, por lo que el régimen de libertad condicional, en vez de comenzar el 1 de enero de 2025, había empezado a correr desde el 1 de agosto de este año.
Reynoso solo cumplió 6 años y 3 días en la cárcel de Güemes, después, desde el 1 de mayo de 2022, continuó la pena bajo prisión domiciliaria.
El fiscal se opuso a la excarcelación, recordó que el condenado tiene otros procesos abiertos, incluso uno en trámite por ante otro tribunal salteño.
Sin embargo, los jueces consideraron que el exjuez que pactó con narcotraficantes estaba en condiciones de acceder a la excarcelación y ordenaron liberarlo.
Eso sí: mantuvieron la prohibición de salida del país bajo apercibimiento de revocarse el beneficio concedido y, conforme el estatuto de la Interpol, ordenaron extraerle cuatro juegos de fichas dactilares para una eventual orden de captura nacional e internacional.
La noticia de su libertad a Reynoso le llegó en el mismo momento en el que estaba prestando declaración indagatoria acusado de beneficiar a otros narcos.
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