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El hilo invisible entre el crimen y el poder

Expulsado «Marcos» Estrada Gonzáles, no se acabó la banda: detuvieron a «Cuervín» a la salida del cumpleaños de su hijo

Detuvieron a "Cuervín", de la banda de "Marcos" Estrada Gonzáles

Detuvieron a "Cuervín" a la salida de un cumple. Crédito: Ministerio de Seguridad.

Después de buscarlo durante un año, los policías federales de Drogas Peligrosas (PFA) cambiaron de estrategia: siguieron a sus familiares más directos para que ellos los llevaran sin quererlo hasta él. Y el viernes dio resultado: a la noche arrestaron al peruano Luis Héctor Andrés Jauregui, alias «Cuervín», cuando salía del cumpleaños de su hijo de 6 años, como pudo saber Encripdata de fuentes judiciales.

Los fiscales federales Eduardo Taiano y Diego Iglesias, este de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), consideraban a «Cuervín» un subalterno de los también peruanos Jhon Paul Revilla Estrada, alias «Burro», y Johnny Ray Arnao Quispe, alias «Pantro». Revilla Estrada es sobrino del multicondenado Marco Estrada Gonzáles, alias «Marcos». Un tribunal expulsó de la Argentina al sobrino el año pasado y al propio capo peruano este año. «Pantro», en cambio, espera en la cárcel el juicio.

Y aunque pase el tiempo y las segundas y terceras líneas se renueven, todos o casi todos responden a «Marcos», el verdadero dueño de la villa del Bajo Flores, la 1-11-14.

En eso estaba «Cuervín» tras las caídas de sus jefes directos. El viernes, sin embargo, se «regaló». Se dejó ver. Y aunque se movió en un remis para que no le pudieran seguir el rastro, los detectives ya tenían marcada la quinta de Virrey del Pino, La Matanza, a la que se dirigía para festejarle el cumpleaños a su hijo. A la salida, cuando quiso subirse al auto para volver a su escondite, lo atraparon, no sin forcejear unos instantes.

Ahora, «Cuervín» quedó a disposición del juez federal Ariel Lijo, que en las próximas le tomará declaración indagatoria.

Entre las pruebas en su contra, el magistrado le dirá a Jauregui que un «arrepentido» de la organización narcocriminal lo apuntó como «una de las personas responsables de la contabilidad de Fernando Estrada Gonzáles», alias «Pity», hermano de «Marcos», y que, por eso mismo, su nombre apareció en los cuadernos de la venta de drogas secuestrados el año pasado durante los allanamientos en el Bajo Flores.

Mientras tanto, la villa 1-11-14 sigue ahí.

«Dumbo» también sigue ahí. Aún con una orden de captura sobre su espalda. Porque hace rato que Raúl Martín Maylli Rivera decidió dejar de responder a «Marcos» y convertirse, o intentarlo al menos, en el capo del sur de la ciudad. A esa movida se sumó «Bruno», que a pesar de haber sido yerno de «Pity», se la jugó, terminó con los Estrada Gonzáles y se fue a su lado.

La primera vez, sin embargo, todo terminó a los tiros entre las facciones que obligaron a «Dumbo» y «Bruno» a replegarse a los barrios Mugica y Bermejo. El año pasado, «Dumbo» sufrió el golpe más duros de todos: cayó «Dumbito«, su hijo de tan solo 16 años, pero que ya funcionaba como «marcador».

En ese momento, los investigadores pudieron dar varios golpes a la banda de «Dumbo», con las detenciones de Arturo Andia Ormeño, alias «Sonrisa»; Renzo Alexis Saval Soria, alias «Puñete»; José Andrés Fernández Muñoz; Kurt Bruno Casanova Chambergo, alias «Bruno»; Roberto Javier Recinas Rojas, alias «Chori»; Nick Gerald Guido Alcalde, alias «Yuju»; Juan Rolando Sono Hereña, alias «Percha»; alias «Lautaro», de 18 años; Noel Palomino Reyes, alias «Kisifur»; Jorge Walter Vázquez; y Víctor Hugo Auccapuri San Miguel.

Más temprano que tarde, «Dumbo» buscará aprovechar la salida de «Cuervín».

Y tal vez como él también se «regale».

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