Encripdata

El hilo invisible entre el crimen y el poder

Un velorio bien tumbero: así terminaron tres sicarios de «Alicho» para los que «Mameluco» Villalba planeaba otro final

El velorio tumbero en el que cayeron sicarios de "Alicho" en San Martín

El velorio tumbero en el que cayeron sicarios de "Alicho". Crédito: Google Maps.

A las 5.07 de la mañana, William Javier Zalazar, alias «Boli», estaba en un telo, pero su amigo Gustavo Daniel Acosta, alias «Chavo», lo tuvo que interrumpir. Necesitaba fierros, necesitaba soldatitos. En Puerta 8 había explotado todo y a él, como relevaron las «escuchas» a las que accedió Encripdata, lo cagaron bien a palos:
-Se re ‘pinchó’ en la villa, amigo, me rompieron todo, boludo… ¿me escuchás?
-Sí, ¿vos estás en el auto?
-Yo estoy en el auto, boludo…
-Haceme un favor
-¿Adónde estás vos?
-Acá en Marqués, en el telo de Marqués, venime a buscar
-Yo estoy acá en la entrada de Libertad…
-Dale, dale, hermano, ¿Qué dieron, boludo?
-No sé qué carajo, bocha dieron, boludo, de mercadería
-Y si eso no había más de la cosa, la tiramos hoy…
-No sé, boludo, pero ni idea, ‘Boli’, imaginate que se empezaron a descomponer, ¿viste?
-Sí
-Y, bueno, de allá vino ‘Pachu’ con su banda, compa, y me agarraron, boludo, y estoy todo roto, amigo…
-A ver, pará que llamo a ‘Dylan’
-Llámalos a todos, compa, vinieron todos enfierrados…

Era el 2 de febrero y con el correr de los minutos, decenas y decenas de pibes terminarían doblados por algo hasta entonces desconocido: cocaína cortada con carfentanilo. Los transas llamaron «droga fea» a esa combinación mortal que vendieron, algunos sin saberlo.

Como Adriana terminó en el hospital, «Chaparro» y «Pachu» fueron esa misma madrugada a hacer «bondi» a Puerta 8, territorio de Miguel Ángel «Mameluco» Villalba y su banda. Como él estaba en la cárcel de Rawson, Chubut, y su hijo Iván Gabriel «Salvaje» Villalba en la de Magdalena, este punto de venta quedó a cargo de otro de sus hijos: Luca Nahuel Baigorria, alias «Dylan». Cuando llegaron, se descargaron con el «Chavo».

Aunque todo roto, pudo escapar y refugiarse. Mientras el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni se mostraba en acción y su Policía Bonaerense se llevaba detenido a algunos «perejiles», «Boli», apoyado por varios soldaditos bien enfierrados, se la fueron a devolver a «Chaparro», pero solo encontraron a su hermano. Entonces se la dieron a él.

A la tarde, «Mameluco» recibió el reporte de Matías Ezequiel Pare y Ruiz, alias «Mocho»:
-¿Qué onda con ese guachin atrevido?
-Fue el hermano de ‘Chaparro’, le dieron un par de tiros
-¿Quién le dio?
-‘Gabi’ y ‘Piloto’
-¿Y qué onda?
-Y ‘Boli’ también. Y nada, estamos todos acá con ese ‘bondi’ de la droga esa
-Sí, sí, ya sé, toda cagada hicieron, cagada total, pero ¿qué onda con el guachito?
-Sí, sí, y bueno ahora estamos, vinieron a hacer ‘bondi’ a las 4 de la mañana por ahí, a las 5
-¿Cómo?
-Que ‘el Pachu’ y todos esos con ‘Chaparro’, todos esos…
-¿Buscándolo a quién?
-Y a cualquiera, porque supuestamente dice que la Adri fumó, tomó por la nariz
-Ah ¿la Adri ahora se para de manos?
-Todos se paran de manos
-¿Y el guachito con quién anda?
-Anda con un par, anda con el Nico, los ‘Chaparro’, ‘el Pachu’, son un par, estos me parece que laburaban con ‘el Negro Alicho’ o siguen laburando
-Ah ¿están laburando con ‘El Negro’?
-Pero como no tenemos el ok de ‘el Salvaje’ para asesinarlo, no hacemos nada. Pero ahora tenemos el ok para ‘darle de bardo’. Tenemos ‘tarjeta verde’.
-No, no, ya sé, a todos hay que ‘darles de baja’, pero no se puede, hay que aguantar…
-Pero ellos van a venir a tirar
-No, ya sé, ahí me están contando lo que pasó. Escuchame: me interesa más este quilombito ahora. Ahora voy a hablar con ‘Chucky’, yo ya lo manejo con ‘Chucky’
-Ya lo hablé con ‘Chucky’
-¿Qué te dijo ‘Chucky’?
-Qué acá, la mamá de ‘Chaparro’ fue a hacer la denuncia por el pibito
-Sí
-Y que hay como tres o cuatro muertos que tiene ahí en la comisaría, pero la pateó para Puerta 8
-Sí, bueno, Puerta 8 ya la allanaron, ya está, Puerta 8 está hasta la verga

Veterano de mil batallas, «Mameluco» sabía que lo primero que tenía que hacer era sacarse de encima el problema de los 24 muertos por su «droga fea». Y eso que el desastre pudo ser aún mayor: los médicos de San Martín y Tres de Febrero salvaron a 80 consumidores. Ajustar las cuentas podía esperar. Primero lo primero.

Aunque los policías bonaerenses de la Dirección Unidad Especial de Lucha contra el Narcotráfico intervinieron esas y otras conversaciones, Berni encabezó el 3 de febrero la detención de Joaquín «Paisa» Aquino, al que presentó ante los medios de comunicación como el dueño de la «cocaína envenenada». «Paisa» respondía en la calle a Max Alí «Alicho» Alegre, un joven que formó parte de la banda de «Mameluco» hasta que en un día decidió enfrentarlo para quedarse con su territorio, pero que, al igual que su otrora jefe, terminó condenado a pasar varios años en la cárcel. Para no ser menos que Berni, la titular de la Dirección Nacional de Migraciones Florencia Carignano se apuró a decir que ni bien pudiera, expulsaría al «Paisa» del país «para que no pase ni un solo día en libertad en la Argentina».

Como todos repetían que la culpa era del «Paisa», «Dylan», fue a bailar el 5 de febrero a Pinar de Rocha.

Sin embargo, los peritos químicos del Laboratorio de la Policía Federal (PFA) determinaron el 22 de febrero que las bolsitas de cocaína que le incautaron a Aquino no tenían la misma composición que las que habían rescatado los familiares de las víctimas de la «droga fea». El «Paisa» era narcotraficante, sí, pero no era el responsable de haber introducido el carfentanilo en la Argentina. Esos eran «Dylan» y «Boli».

El 25 de marzo, finalmente, la jueza federal Alicia Vence procesó a «Mameluco», «Salvaje», «Boli», «Mocho» y otros tantos por las actividades compatibles con el narcomenudo que venía investigando antes de la tragedia en Puerta 8 -y que por eso mismo algunos de ellos tenían los teléfonos «pinchados», pero, llamativamente, hasta ahora no los indagó por los 24 muertos por su «droga fea».

El tiempo pasó y el barrio volvió a ser lo que era: vecinos que viven con miedo, transas que venden, policías que recaudan y sicarios que cobran las deudas, «Dylan» incluido porque aunque tiene pedido de captura, volvió con todo y por todo a Puerta 8.

Ni «Mameluco» y «Salvaje» se olvidaron de «darles de bardo» a los «guachines atrevidos» ni «Chaparro» y «Pachu» se olvidaron de vengarse por Adriana y el otro «Chaparro».

Era solo cuestión de tiempo.

Entre todos los crímenes con sello narco de los últimos meses, varios sicarios asesinaron la madrugada del 12 de junio a Leonel Iván Zamorano, de 17 años, en la villa 18 de Billinghurst, histórico bastión, justamente, de los Villalba. A partir de un testigo que dijo presenciar todo y después desapareció, los detectives fueron por «Chaparro», «Pachu» y «Nico», tres de los sicarios de «Alicho» que cagaron a palos al «Chavo» y a los que «Mameluco» prometió darles «luz verde» pero recién cuando resolviera lo de la «droga fea».

Era evidente: la guerra entre los dos jefes narco, a través de sus «satélites» pues ellos presos, se había reactivado.

Al sentirse acorralado, «Chaparro» decidió quitarse la vida el lunes 25 de julio, según pudo confirmar Encripdata.

Su familia y amigos lo despidieron este jueves 28 de julio con un velorio bien «tumbero» en San Martín: dispararon al aire una ametralladora FMK-3, una pistola Astra-100 y otra pistola Bersa Thunder 9. Alertados por lo que estaba pasando, los policías de la Comisaría 1º rodearon el lugar y atraparon a seis jóvenes, algunos menores de edad.

«Pachu» y «Nico» no pudieron escapar del velorio. Se habían «regalado» de una manera tan infantil como marcan sus edades. Del cementerio, los detectives los sacaron esposados. Igual la sacaron barata: pueden decir que están vivos. «Mameluco» les tenía preparado otro final.

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