¿Ustedes, su señoría? No, su señoría: hijo del «Chapo» se declara culpable, pero libera a la DEA de la traición al «Mayo»
Un hijo del "Chapo" reconoció el secuestro del "Mayo" Zambada. Crédito: Archivo.
Joaquín Guzmán López se declaró culpable de dos cargos el lunes ante un Tribunal del Distrito Norte de Illinois, según el fallo al que accedió Encripdata. El «Güero Moreno» reconoció haber formado parte de una empresa criminal, la de su padre Joaquín «Chapo» Guzmán, y de una conspiración para traficar drogas, pero lo más importante fue lo que no confesó: el plan completo para secuestrar a Ismael «Mayo» Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa.
En el acuerdo de culpabilidad, el «Güero Moreno» admitió haber formado parte del cártel entre mayo de 2008 y abril de 2023, haber asumido, junto a sus hermanos, el rol de su padre tras la extradición el 19 de enero de 2017 y haber atacado a Damaso López Nuñez, alias «el Lic», su familia y asociados.
Y con solo poner su firma, aceptó el relato de la fiscalía sobre el secuestro, una versión casi calcada a la brindada por el propio Zambada. Básicamente, el 25 de julio de 2024, este «chapito» de bajo perfil le tendió una trampa al «Mayo» en Culiacán, lo subió a una avioneta y le ordenó al piloto volar hasta el aeropuerto de Santa Teresa, cercano a Texas.
Durante el viaje, el hijo del «Chapo» preparó un trago con sedante, que tomó y que le convidó a Zambada. Una vez aterrizado, se rindió ante los agentes federales, pero también entregó al cofundador del Cártel de Sinaloa como moneda de cambio para negociar con la DEA.
Si no desde antes, desde el 2 de abril de 1990, cuando la DEA secuestró a un médico en México por el caso Camarena, Estados Unidos permite el secuestro de una persona en el exterior para poder juzgarlo en su territorio, con un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Unión.
Sin embargo, en el acuerdo de culpabilidad, la fiscalía usó todos los verbos posibles para negar cualquier participación de la DEA en el secuestro del cofundador del Cártel de Sinaloa: al «Güero Moreno» le hizo firmar el documento en el que se hizo cargo de lo sucedido con «la esperanza de recibir un crédito por cooperación»; «el Gobierno no solicitó, indujo, sancionó, aprobó ni condonó»; y ni su hermano Ovidio Guzmán López, el «Ratón», ni él recibirían una recompensa por semejante traición.
Pero la conducta de todos los involucrados permitió a este medio inferir la verdadera trama de la mayor traición en la historia del narcotráfico internacional: un desconocido piloto, con una avioneta no identificada, ingresó en el espacio aéreo de los Estados Unidos, país de los atentados terroristas del 911, se adentró 10 kilómetros hasta el aeropuerto sin que aviones cazas lo persiguieran y, finalmente, secuestrador y secuestrado se presentaron ante contados agentes federales.
Entonces, Los Chapitos y Los Mayitos se declararon la guerra total; Iván Archivaldo Guzmán Salazar se alió con el CJNG y Zambada se declaró culpable en Nueva York. El «Chapo», especialista en fugarse de las cárceles mexicanas, y el «Mayo», especialista en escaparse de las autoridades mexicanas, son el pasado. Así, el Cártel de Sinaloa dejó de existir.
Solo resta conocer cuántos años le darán al «Güero Moreno».
Y cuándo Trump aprobará un ataque quirúrgico en Venezuela.
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