La caída de «Fito» Macías en Ecuador, la expulsión de 24 familiares y una casa abandonada en Córdoba
"Fito" Macías, la expulsión de 24 familiares y una casa abandonada en Córdoba. Gentileza: EFE.
Él dijo que buscaba entregarse con la presencia de una embajadora como garante de su integridad física. El Gobierno afirmó que descubrió su ubicación a partir de tareas de inteligencia. De una u otra manera, lo cierto fue que la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO) trasladó el 25 de junio a José Adolfo Macías Villamar, alias «Fito», a la Base Aérea de Manta. Así, Ecuador le puso fin a la captura del hombre más buscado del país.
A finales de 2023, el líder de Los Choneros, una de las organizaciones narcocriminales más violentas, se escapó de la cárcel del Litoral, donde estaba cumpliendo una pena de 34 años de prisión por narcotráfico.
El poder de fuego de «Fito» Macías emanaba de su alianza estratégica con el Cártel de Sinaloa, de México, y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Y de regreso a las calles, contaba con un «ejército» de 12 mil miembros, responsables de masacres en la cárceles, quema de autos y el asalto al estudio TC Televisión.
El presidente Daniel Noboa respondió el 9 de enero de 2024 con una disposición general: reconoció la existencia de un «conflicto armado interno», amplió las causales del estado de excepción, ordenó la intervención de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para garantizar la soberanía y la integridad territorial e identificó a aquel grupo del crimen organizado transnacional y 21 más como organizaciones terroristas.
De un tiempo a esta parte, los cárteles mexicanos se instalaron en Ecuador por su ubicación -entre Colombia y Perú, los principales productores mundiales de cocaína-, por la centralidad del puerto de Guayaquil, el tercero en flujo comercial de América Latina, y por la debilidad de sus instituciones.
Esos millones de dólares que se generan por el consumo de drogas en Europa financian a los grupos del crimen organizado en Ecuador, que se disputan el territorio y el control del negocio. Así, en pocos años, la tasa de homicidios escaló a niveles de México y Colombia. Y las víctimas pueden ser cualquiera: desde un comerciante que no quiso pagar el mal llamado «derecho de piso» hasta el por entonces candidato a presidente Fernando Villavicencio.
Y, luego, el asalto en vivo al canal de televisión. El fiscal César Suárez, que investigaba a Los Choneros, quedó a cargo de la causa por la toma de periodistas como rehenes. Ocho días después, el 17 de enero, dos sicarios lo asesinaron en Guayaquil. Este asño, un tribunal condenaría a cuatro miembros de Los Chone Killers por el magnicidio.
Pero mientras Los Choneros, Los Chone Killers y otras organizaciones narcoterroristas le declaraban la guerra al Estado, la familia de «Fito» Macías se instalaba lejos de allí. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, le confirmó a Encripdata que el fiscal Suárez le llegó a advertir que la familia del capo narco se encontraba en la Argentina.
Efectivamente, la esposa de «Fito» Macías y compañía estaban recién instalados en el país. Casi en simultáneo, los detectives del Departamento Inteligencia contra el Crimen Organizado de la Policía Federal (PFA) y de la Dirección de Análisis de la Información y Antiterrorismo de Córdoba los localizaron en una casa de Valle del Golf.
Así, Bullrich y el ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, tomaron la decisión de cancelarles la residencia transitoria a Inda Mariela Peñarrieta Tuárez -esposa del capo narco-, sus hijos y allegados a la familia, declararon irregular su permanencia en el país, ordenaron expulsarlos y les prohibieron el reingreso al país.
Durante la madrugada del 19 de enero de 2024, la familia de «Fito» Macías, a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Argentina, aterrizó en Ecuador. Mientras tanto, en Córdoba, el juez federal Miguel Vaca Narvaja y el fiscal Carlos María Casas Nóblega abrían un expediente para investigar cómo llegaron a vivir en ese barrio privado de Malagueño.
En total, en cuatro tandas, la Argentina expulsó del país a 24 allegados al líder de Los Choneros: su mujer, sus hijos, su cuñado, empleados y hasta abogados.
Jorge Alberto Peñarrieta Tuárez, cuñado de «Fito» Macías, le compró por 50 mil dólares el inmueble a un vecino que no podía pagar las expensas. Fue el 31 de octubre de 2023. La registró a nombre de Jomavi SA, una empresa investigada por lavado de activos en Ecuador, aunque él fue sobreseído durante la instrucción y su hermana Inda Mariela, la esposa del capo narco, fue absuelta en el juicio.
Eso provocó una diferencia de criterio entre el fiscal y el juez: el primero solicitó el decomiso anticipado de la propiedad del cuñado de «Fito» Macías «por entender que existen elementos para presumir que fue adquirida con fondos provenientes de la organización narcocriminal dedicada al contrabando de estupefacientes y al lavado de dinero proveniente de esta actividad».
Sin embargo, el magistrado consideró prematuro la extinción de dominio: «Debemos considerar que Peñarrieta Tuarez fue imputado muchos meses después de que abandonara la Argentina, habiéndosele además prohibido el ingreso al país. Tales circunstancias impiden que el mismo pueda ser oído y, eventualmente, dar una explicación plausible sobre el origen de los fondos usados para comprar el inmueble».
Los jueces Abel Sánchez Torres, Graciela Montesi y Eduardo Ávalos, de la Cámara Federal de Córdoba, le dieron la razón al magistrado.
En otras palabras: la Argentina, en vez de llevar a indagatoria al cuñado de «Fito» Macías, directamente lo expulsó del país, sin permitir que ejerciera su derecho de defensa.
Eso sí: el juez ordenó la captura nacional, pero, según sus propias palabras, el fiscal no avanzó en el intercambio de información con agencias de seguridad extranjeras para intentar ubicarlo, ni a él ni a Luis Antonio Chávez, su abogado.
Desde aquella madrugada, entonces, nadie más entró a esa casa de Valle del Golf.
Y ya pasaron 528 días cerrada y a oscuras.
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