La mujer de «Calavera» Pelozo rompió la prisión domiciliaria: estaba en un club hípico

"Calavera" Pelozo, de Ibarlucea a Guernica. Crédito: Encripdata.
Estaba en la mira por un doble crimen. Incluso, estaba procesada por un cargamento de 464 kilos de cocaína. Pero, aún así, disfrutaba del beneficio de la prisión domiciliaria en Córdoba. Hasta ayer. La Gendarmería descubrió a Agustina Ercoli Navarro muy lejos de allí, directamente en el Club Hípico Argentino, en el barrio porteño de Belgrano, donde pretendía participar de un torneo de equitación, como pudo saber Encripdata. Esta mujer es la pareja de Fabián Gustavo Pelozo, uno de los narcotraficantes rosarinos más violentos del país. Por eso su apodo: «Calavera».
Las autoridades ya trasladaron a Ercoli al Complejo Penitenciario Federal IV de Mujeres, en Ezeiza. En el CPF I de Ezeiza se encuentran Pelozo, bajo el Sistema Integral de Gestión para Personas Privadas de la Libertad de Alto Riesgo en el Servicio Penitenciario Federal (SPF).
El juez federal Carlos Alberto Vera Barros procesó a Pelozo: primero, por ordenar desde la cárcel los crímenes de Silvio David Vitullo y Diego Fabián Segura, dos mecánicos hallados calcinados la tarde del 10 de diciembre de 2022 dentro de un utilitario Citröen Berlingo en Guernica, partido de Presidente Perón, por formar parte de la banda que tres semanas antes le robó a su organización narcocriminal una Toyota Hilux SW4 cargada con plata, cocaína o lingotes de oro.
El magistrado también lo procesó por organizar, desde la prisión, una operación de 464 kilos de cocaína frutada el 1 de julio de 2024 en San Justo, Santa Fe. En este caso, precisamente, junto a su pareja Agustina, el suegro Mario Ercoli Navarro, el amigo Carlos Andrés Suárez, alias «Gordo Bichi», y hasta el abogado defensor Gregorio Gómez.
Las dos investigaciones fueron llevadas adelante por un equipo de fiscales: Diego Iglesias, Matías Álvarez y Matías Scilabra, titular y adjuntos de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar). A ellos se sumó Juan Argibay, de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).
En tareas de campo, los fiscales contaron con la colaboración de la Dirección de Investigaciones de Crimen Organizado de la Policía Bonaerense, el Escuadrón de Operaciones Antidrogas de la Gendarmería y la División Hidrovía del Paraná de la Policía Federal.
La Procunar ya conocía a Pelozo. Consiguió condenarlo a 9 años de prisión por llevar adelante la logística de una organización de narcotráfico internacional: recibía las avionetas con hasta 400 kilos de cocaína en su pista de aterrizaje en Monte Maíz, Córdoba, los «enfriaba» en su casona de Ibarlucea y coordinaba las entregas con los clientes. De 35 años, empezó en el mundo del narcotráfico de la mano de Esteban Lindor Alvarado, uno de los dueños de Rosario; después se asoció con Jorge Adalid Granier Ruiz, un narcotraficante boliviano vinculado al Primeiro Comando da Capital (PCC) de Brasil. Por negocios que salieron mal, la sombra de «Calavera» se proyectó sobre el triple crimen de Ibarlucea de enero de 2022.
Tras estos procesamientos, los investigadores empezaron a analizar el flujo constante de dinero que garantizaba la supervivencia de la organización: las empresas y propiedades de «Calavera» en Córdoba, justamente, donde vivía Ercolí bajo prisión domiciliaria.
Agustina sabe detalles de los crímenes de los dos mecánicos en Guernica. Según los fiscales, ella retransmitía las órdenes de Pelozo.
En mensajes interceptados, la mujer de uno de los autores materiales del doble crimen hacía referencia a la pareja de «Calavera»: para ella, Agustina era «la Reina del Sur».
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