El error de «Teletubi» Leiva, el sicario de Los Monos que sabe qué pasó con Tallone

Los Monos ajustaron las cuentas con Tallone por robar cocaína. Crédito: Encripdata.
Lucas Leiva bajó la guardia. Pensó que por unas horas no pasaría nada. Se dejó ver por la zona sur de Rosario. Era su cumpleaños 36, el primero en libertad después de festejar los tres anteriores tras las rejas. Los detectives de Delitos Fiscales de la Policía Federal (PFA) no le perdonaron el error: lo arrestaron el jueves cuando salía de la casa de la novia, como pudo reconstruir Encripdata. Así, se convirtió en el quinto detenido por el secuestro con final inicierto de Gastón Tallone, el empresario que le robó 340 kilos de cocaína a Los Monos.
La historia del secuestro comenzó a gestarse a mitad del 2023 cuando Los Monos arrojaron papelitos en las puertas de la casa de Tallone y la de su amigo José Uriburu. Tenían el mismo mensaje: «Con la mafia no se jode». Después les prendieron fuego los autos. A eso les siguieron tiros. Peleados por el control de la Terminal Portuaria Concepción del Uruguay (TPCU), en plena Hidrovía, Uriburu intentó que Tallone solucionara el problema al que lo había arrastrado. Él buscó otra salida.
Sin poder soportar las amenazas, Uriburu le rogó a Gustavo Juliá, famoso por aterrizar un jet con 944 kilos de cocaína en 2011 en España, que intercediera por él. Así, levantó el teléfono: «la mafia», le dijo, lo perdonaría, pero, primero debería ir a la cárcel para hablar con Ariel Máximo «Guille» Cantero. En total, Uriburu lo visitó 17 veces en Marcos Paz. En uno de los últimos encuentros, lo puso a prueba: su vida a cambio de la de Tallone.
El 8 de julio de 2024 fue la emboscada: convocado por sus socios, a Tallone lo obligaron a subir a un Volkswagen Gol Trend color gris plata, ante las cámaras de seguridad de Nación Servicios, una empresa del Banco Nación, ubicada en Anchorena 454, en la zona del Abasto. La propia víctima pagó 100 mil dólares para que lo liberaran esa misma noche, pero no fue suficiente: los secuestradores lo mantuvieron cautivo al menos una noche en Ingeniero Maschwitz. Allí se perdió el rastro. Para siempre.
Por el secuestro con final oficialmente incierto, los jueces Pablo Seró, primero, y María Servini, después, ya procesaron con prisión preventiva a José Uriburu y Juan Carlos Miró, los socios que le tendieron la trampa a Tallone por orden de Los Monos; a Gustavo Juliá; a Alejandro Ficcadenti, alias «Rengo», jefe de la barra de Newell’s por un partido solamente, y Sergio Di Vanni, alias «Bebé», su mano derecha, quienes se hicieron conocidos por poner la cabeza de un chancho con una bala en la puerta de la inmobiliaria de la familia de Ángel Di María, como reconstruyó el fiscal Franco Carbone, todo para que el campeón con la Selección no vuelva a vestir la camiseta de Rosario Central.
Y también a Mauricio Zabaleta, pero por otro delito: al hermano de Juan Zabaleta -exintendente de Hurlingham y exministro de Desarrollo Social de Alberto Fernández– lo acusaron por hacerse pasar por Los Monos, extorsionar a la familia e intentar sacarle más plata. Y eso que «Harry» era amigo de Tallone.
De regreso al cumpleañero, un tribunal condenó en 2022 a Alexis Gonzalo Rodríguez, alias «Curli», y cinco personas más por haber conformado una asociación ilícita dedicada a prestar servicios a organizaciones criminales más grandes. El fiscal Federico Rébola pudo demostrar que «Guille» Cantero, a través de videollamadas desde la cárcel, le daba las órdenes a «Curli» Rodríguez y este las delegaba en Leiva, desde extorsiones a personas ajenas al ambiente hasta disparos contra el clan Ungaro.
Cuando se presentó ante el tribunal, Leiva dijo no tener apodos. Sin embargo, los testigos lo reconocieron como «Gordo Lucas». Pero eso fue hasta mitad del año pasado, cuando recuperó la libertad. De nuevo en la calle, se ganó un apodo con historia: «Teletubi».
El 24 de abril de 2018, a Rubén Ariel Segovia, vinculado a Los Monos y la barra de Newell’s, lo mataron en la cárcel de Coronda. Lo llamaban «Teletubi» o «Tubi».
El 30 de septiembre de 2021, a Daniel Alejandro Delgado, lo condenaron a 12 años de prisión por formar parte de uno de los grupos contratados por Los Monos para realizar siete balaceras contra jueces, fiscales y policías en 2018. Le decían «Teletubi» o «Tele».
Así, «Gordo Lucas» volvió al ruedo, pero bajo el halo de «Teletubi».
«Teletubi» Leiva llegó a pasar una noche en la casa de Juliá.
Después ya no hubo vuelta atrás.
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