Argentina aumenta los controles en el comercio de fentanilo: el plan de Trump contra México
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la Dirección General de Aduanas (DGA), adecuó este martes el Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI) para las operaciones de comercio exterior de fentanilo, sus sales y sus derivados para evitar que este opioide sintético, utilizado en las unidades de terapia intensiva (UTI/UCI), sea desviado al narcotráfico internacional.
La Resolución 15/2024, en su anexo 3, indica que las operaciones de comercio exterior de fentanilo solo podrá realizarse por el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en jurisdicción de la Dirección Aduana de Ezeiza dependiente de la Subdirección General de Operaciones Aduaneras Metropolitanas, aunque la DGA podrá designar nuevas zonas operativas para la importación y exportación del mismo.
Todas y cada una de las importaciones y exportaciones serán controladas por el canal rojo. Así, una vez aprobada la DJF, el Servicio Aduanero, a través de los agentes verificadores, realizarán un control documental y físico de la mercadería, es decir, especie, calidad y cantidad de la misma, sin excepción.
Encripdata pudo confirmar a través de fuentes oficiales que el mercado farmacéutico argentino importó 11,65 kilos de fentanilo en total entre 2019 y 2023, con un pico lógico de 8 kilos en 2021 por la aplicación de ampollas a pacientes internados por coronavirus, que bajó a 3,08 kilos en el 2022 y ya a 510 gramos el año pasado.
Afortunadamente, hasta ahora, han sido pocos los casos de desvío de fentanilo en el país: el más importante y más reciente fue el decomiso de 1276 gramos. Estaban ocultos en una encomienda con destino a Miami. Dentro había dos bolsas más: una con 41 gramos de valium y la otra con 1586 gramos de proteínas. Todo en pastillas. Eso sucedió el 24 de septiembre de 2022 en el aeropuerto de Ezeiza.
Desde el Ministerio de Seguridad, además, adelantaron a este medio que están por formalizar una mesa para abordar la problemática del fentanilo, conformada por la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico, el Ministerio de Salud y la Dirección General de Aduanas para definir acciones, como más controles del Registro Nacional de Precursores Químicos (RNPQ) y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) a empresas fabricantes e importadoras, protocolos de custodia en farmacias hospitalarias y la actualización del listado de estupefacientes.
La mesa de fentanilo es una iniciativa de la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico y la Secretaría de Criminalidad Organizada, a cargo de Martín Verrier, dependiente del Ministerio de Seguridad, de Patricia Bullrich.
De esta manera, el Gobierno busca evitar el contrabando de fentanilo hacia Europa y, principalmente, hacia los Estados Unidos, donde padecen hace muchos años una crisis de salud pública, ya sea por su consumo problemático o recreativo. En 2021 fallecieron 107 mil personas por sobredosis. El 66% fue por este opioide sintético.
La Argentina ya sufrió las consecuencias de este tipo de drogas: el 2 de febrero del 2022 murieron 24 personas en Puerta 8 y Villa 18 por consumir cocaína sin saber que estaba cortada con carfentanilo.
Si el fentanilo es 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más que la heroína -según la Drug Enforcement Administration (DEA)-, el carfentanilo es 100 veces más potente que el fentanilo. Aunque la Justicia desarticuló a la organización que provocó este desastre, hasta hoy es un misterio cómo llegó este sedante de elefantes a dos de las villas más pobres del conurbano bonaerense.
Algo parecido ocurrió a principios de siglo con las metanfetaminas. En aquella época, Estados Unidos consiguió que México y Canadá restringieran al máximo la importación de efedrina, un precursor químico para elaborar las meths, ice o crystal, pero los cárteles mexicanos bajaron desde 2003 a la Argentina para triangular el contrabando.
Cuando el gobierno de Cristina Kirchner reaccionó, en septiembre del 2008, por el país ya habían circulado libremente 47 toneladas de efedrina, a sola firma de la Sedronar y la Aduana, un cártel mexicano había instalado el primer laboratorio de metas a una hora de la Casa Rosada y los argentinos perdieron la inocencia con el triple crimen de General Rodríguez: las ejecuciones de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
En el libro Operación Crystal, el expediente secreto sobre el triple crimen, el autor de esta nota y Diego Ferrón -hermano de Damián- investigaron el rol de la DEA de los Estados Unidos en la instigación del triple crimen de General Rodríguez.
Hoy, Rolling Stone aseguró que Donald Trump, en carrera por regresar a la Casa Blanca en 2025, fantasea con enviar fuerzas especiales encubiertas para asesinar a los líderes de los cárteles con o incluso sin el consentimiento del gobierno de México.