El cuádruple crimen de las 100 balas en PJ Caballero: para matar a «Bebeto», acribillaron a la hija del gobernador de Amambay
A las 6.30 de la mañana de este sábado, sobre la calle Mariscal Francisco Solano López 3190, a cuatro cuadras de la frontera entre Pedro Juan Caballero y Punta Porá, al menos dos sicarios abrieron fuego contra una camioneta a la que estaban por subir un hombre y tres mujeres. Tras una ráfaga de cien disparos, todos murieron en el acto. Por la posición de los cadáveres, el hombre iba a conducir el vehículo, pero solo llegó a abrir la puerta. Fue identificado como Osmar Vicente Álvarez Grance, de 32 años, más conocido como «Bebeto», a priori sin antecedentes penales, pero con actividades no del todo claras, que los investigadores ya empezaron a analizar en busca de pistas sobre el móvil del cuádruple crimen. Del otro lado, a la altura de la puerta de acompañante, Encripdata pudo saber que falleció Haylee Carolina Acevedo Yunis, de solo 21 años, hija del gobernador de Amambay Ronald Acevedo.
Las otras dos víctimas, según sus documentos, eran Kaline Reinoso de Oliveira, de 22 años, y Rhannye Jamilly Borges de Oliveira, de 19 años, nacidas en Brasil, pero radicadas en Paraguay. Estudiaban Medicina.
Por el calíbre y la posición de las vainas servidas, dos personas habrían ejecutado el ataque: uno abrió fuego hacia las víctimas que se encontraban del lado izquierdo de la camioneta («Bebeto») y el otro, hacia las mujeres que estaban del lado derecho (Haylee). Los disparos fueron a media altura del vehículo, que, a pesar de quedar como un colador, terminó con sus ruedas intactas. La desesperación fue tanta que, por movimientos involuntarios o bruscos, alguien arrancó la carcasa del espejo izquierdo y otro la manija de la puerta trasera derecha.
Por el día y la hora, los policías nacionales dijeron que no hubo testigos del cuádruple crimen. Solo una concesionaria de autos, que terminó con un panel de vidrio completamente roto y otro, baleado.
Ya en la escena del crimen, el comisario Jorge Villadet, aseguró que «el principal objetivo sería Osmar Álvarez, alias ‘Bebeto’, pero como estaban estas personas acompañándole, también fueron afectadas».
Los investigadores, como adelantó el comisario Villadet, sospecharon que el objetivo del ataque fue «Bebeto». No por nada recibió 31 disparos, a diferencia de Haylee, que murió por las heridas producidas por 6. Sin embargo, los dos sicarios, por su ubicación respecto de las víctimas, hubieran podido acribillar solamente al hombre, pero decidieron disparar también contra las tres mujeres, tal vez para no dejar testigos oculares o tal vez por alguna razón que los detectives no quieren revelar por ahora o que ni siquiera saben.
Una de las primeras cosas que solicitaron los fiscales Sandra Díaz, Reinalda Palacios y José Luis Torres fue el registro de reincidencia de Álvarez Grance para saber si efectivamente tenía antecedentes. Lo que ya se enteraron fue que en 2018, por caso, su familia le perdió el rastro en Bolivia, pero apareció un mes después en Paraguay.
El contexto para dilucidar lo que pasó no ayuda: José Carlos Acevedo Quevedo, tío de Haylee, buscará el domingo su cuarto período como intendente de Pedro Juan Caballero. Su hermano es el gobernador de Amambay.
Como recordó ABC este año al trazar un perfil del candidato, la familia Acevedo, a la que denominó como «clan», tiene intereses en común, por no llamarlos negocios, con Fahd Jamil Georges, un empresario brasileño con inversiones en territorio paraguayo, que llegó a conocer a varios presidentes, acumuló 16 órdenes de detención por delitos de todo tipo como montar una oficina de crímenes por encargos, y, tras varios años prófugo, se entregó a las autoridades de su país. No por nada en esa zona se lo conoció como el «padrino de la frontera».
Acevedo Quevedo se acercó a la escena del cuádruple crimen. Al comprobar que su sobrina era una de las víctimas, increpó a familiares de «Bebeto». «Por ser santo lo mataron», lanzó frente a las cámaras de televisión.