La historia de la bruja que le anticipó a su cliente que sería víctima del doble crimen de Belgrano
Death. Der tod. La morte. La mort. La muerte. A poco de empezar la tirada, salió el arcano mayor número trece. La peor carta del tarot egipcio. Y de la peor manera: invertida. Las que completaron la mano no fueron de gran ayuda para el futuro del cliente.
– No vayas a la Argentina.
– Pero mi padre me necesita, está enfermo.
– Es lo que me dicen las cartas. No vayas o alejate de esa mujer.
– No puedo no ir.
– Algo malo les va a pasar, a tu padre y a tí.
La bruja, mexicana ella, se lo anticipó, pero él, de origen colombiano, no tuvo más opción que viajar a la Argentina. Su papá acababa de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) en la cárcel y pasaría a rehabilitarse en una casa. Aunque en su cabeza retumbaban las últimas palabras de la vidente, el joven se instaló en marzo de 2018 en Buenos Aires para ayudar a su papá a que pudiera volver a caminar.
Creer o reventar, el arcano mayor número trece se les apareció la noche del 4 de junio de 2018 bajo la doble apariencia de abogada, con la justicia como poder, y de diablo, con la cara transformada, cual enterrador.
Lo que pasó después salió en todos los diarios: un sicario ejecutó a Rodrigo Alexander Naged Ramírez y a su hijo John Naged en el departamento D del piso 10 de la avenida Cabildo 2659, lo que pasó a llamarse como el doble crimen de Belgrano.
Encripdata pudo reconstruir que aquel 4 de junio de 2018, Julieta Bonanno, recién recibida de abogada, fue a la casa de los Naged para llevarles plata y para trazar la estrategia de defensa de Naged padre, acusado de haber sido el «cerebro» narco de «Bobinas Blancas». Llegó a las 21.43 al edificio de la avenida Cabildo, pero no entró sola. También lo hizo un individuo que tenía tapada la cabeza con la capucha de la campera. Cuando los dueños de casa le abrieron la puerta a la letrada, el misterioso hombre se metió.
A las 22.35, con las víctimas ya muertas de un disparo en la cabeza, Bonanno llamó al 911. El sicario ya era un fantasma. La abogada declaró que el asesino la encerró una habitación, pero los peritos forenses sostuvieron que «si bien pudo no ser ella la que efectuó los disparos, al menos se encontraba en situación de proximidad con quien sí los hiciera o pudo incluso haber manipulado el arma».
El juez federal Adrián González Charvay, que investigaba a Naged padre por las «Bobinas Blancas» llenas de cocaína, se hizo cargo del doble crimen. Una de las primeras cosas que hizo fue allanar la casa de Bonanno en Ituzaingó. Los detectives de la Policía Federal (PFA) secuestraron documentos sorprendentes, como una hoja con los nombres y fechas de nacimiento de los principales acusados del caso narco. Al lado del de Naged Ramírez, su cliente, Bonanno escribió, como si también fuera vidente, que lo iban a matar y, una vez concretado, agregó «muerto».
Pero Bonanno no era vidente, lo que pasó lo supo porque estuvo ahí. Y, creer o sospechar, el sicario no le tocó ni un pelo. La que sí leyó el futuro a través de las cartas fue la tarotista mexicana, que tres meses antes le había advertido a Naged hijo que no viajara a la Argentina o que al menos se alejara de una mujer, una en particular. Sin saberlo, se refería a Bonanno, la abogada de su padre, que para el magistrado actuó como «entregadora».
El juez González Charvay elevó a juicio «Bobinas Blancas» y el doble crimen de Belgrano, pero sigue buscando al sicario fantasma.
En Bahía Blanca, el juicio llegó a la fase final: el fiscal Gabriel González Da Silva solicitó 15 años de prisión para el mexicano Max Rodríguez Córdova por considerarlo «coautor penalmente responsable del delito de tráfico de estupefacientes en su modalidad de almacenamiento agravado por la intervención de tres o más personas con concurso ideal con el delito de contrabando de estupefacientes agravado en grado de tentativa»; 14 años para para Jesús Madrigal Vargas y Gilberto Acevedo Villanueva; 6 años para los argentinos Marcelo Rafael Cuello y Amilcar Darío Martino como «partícipes secundarios»; 5 años para Darío Maximiliano Cuello; y 8 años de prisión para Emmanuel García por «lavado de activos de origen ilegal en cinco oportunidades».
En total, los mexicanos y argentinos fueron acusados de intentar contrabandear 2233 kilos de cocaína en rollos de láminas de acero con destino a Canadá. El tribunal se prepara para emitir sentencia en los próximos días.
En Buenos Aires, mientras tanto, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOCF) 8 porteño abrió en marzo el debate sobre Bonanno como la mujer que dejó a merced del sicario a los Naged. Técnicamente, como «coautora» del doble crimen de Belgrano. Ella jura y perjura que fue una testigo involuntaria del hecho, que el asesino la encerró en una habitación antes de ejecutar a su cliente y el hijo, pero nunca pudo explicar ante el magistrado ni el tribunal por qué tenía, como informaron los peritos forenses, «residuos de disparos sobre la mano izquierda y sobre el pantalón».
El TOCF podría dar su veredicto a final del año, ese veredicto que la bruja de «La Casa del Tarot» predijo: «Alejate de esa mujer».