Encripdata

Un paso adelante

Piperidina, un precursor del fentanilo, la sustancia con la que el «cocinero» cortó la «cocaína envenenada» que mató a 24 personas en Puerta 8

Se cumplen dos años de la irrupción del carfentanilo en la Argentina

A dos años de la irrupción del carfentanilo en la Argentina. Crédito: Ministerio de Seguridad.

Los especialistas de un laboratorio privado determinaron que la «cocaína envenenada» que mató a 24 personas estaba cortada con clorhidrato de piperidina, que no es otra cosa que un precursor químico usado por los productores chinos para elaborar fentanilo y traficado por los cárteles mexicanos hacia los Estados Unidos. Encripdata pudo reconstruir que familiares de víctimas e intoxicados por consumir la droga comprada el martes 1 de febrero en Puerta 8, una villa de emergencia en Loma Hermosa, le entregaron una muestra al abogado Damián Odetti y este, al observar la demora en la pericia química encargada por las autoridades judiciales, decidió llevarla al laboratorio en cuestión. Si bien el juez federal Juan Manuel Culotta, que tiene a su disposición a Joaquín «Paisa» Aquino y seis miembros de su banda, y el fiscal Germán Martínez, que acusó a otros seis personas de vender la droga mortal, esperarán, lógicamente, a los resultados oficiales, lo descubierto de manera privada -sin cadena de custodia- ahora sirve para confirmar la sospecha inicial sobre la irrupción del fentanilo -o uno de los precursores necesarios para producirlo- en la Argentina.

Con este resultado extraoficial, los peritos oficiales solo tendrán que ajustar los cromatógrafos para determinar si las muestras incautadas -con cadena de custodia- tienen clorhidrato de piperidina. Hasta ahora, debían «preguntar» sustancia por sustancia y el aparato «respondía» si hallaba una presencia compatible. Existen dos análisis paralelos: el primero, pedido por el fiscal Martínez sobre las bolsitas rosas de Puerta 8; el segundo, ordenado por el juez Culotta sobre las dosis, de color similar, que tenía «Paisa» en su casa de José C. Paz. Para empezar los mismos, las autoridades judiciales debieron darles 72 horas a las defensas de los acusados para que presentara sus propios peritos.

El fiscal Martínez, del fuero ordinario bonaerense, imputó a los seis detenidos por «tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravada por la pluralidad de intervinientes en forma organizada, homicidio simple y tentativa de homicidio, ambos reiterados». Sin embargo, el juez Mariano Grammatico Mazzari opinó -porque no puede cambiar el encuadre legal de la plataforma fáctica- que en realidad debía reprocharles delitos más graves: «homicidios agravados por el uso de veneno como método insidioso».

Por su parte, el juez Culotta, del fuero federal, imputó a «Paisa» y su banda solamente las actividades compatibles con el narcomenudeo en Villa Loyola, Villa Sarmiento y Villa 18 -histórico asentamiento controlado por el clan rival, el de Miguel Ángel «Mameluco» Villalba- a la espera de la pericia química oficial para determinar si las dosis secuestradas en su casa también tenían clorhidrato de piperidina y en ese caso agregarlo al expediente.

Pero no todo es tan sencillo como ahora parece: una alta fuente judicial reconoció ante Encripdata que «como imputar le podés imputar cualquier cosa, pero la cuestión es probarlo. Si hablas de homicidio, debes hablar de dolo eventual y para hablar de dolo eventual, tenés que hablar que los imputados conocían la naturaleza de la sustancia que estaban vendiendo. Todo eso es difícil de probar». Los investigadores saben que los narcotraficantes tienen roles bien definidos: algunos se dedican al narcotráfico a gran escala y otros al narcomenudeo y en este caso se dividen entre los responsables de «cocinar» la droga y los encargados de venderla. En consecuencia, para sostener la acusación, el fiscal Martínez deberá demostrar que los transas sabían que esas dosis estaban cortada por pepiridina y que sabían -o se debían representar la idea de- que eso podría causarles la muerte casi instantánea a sus consumidores.

Los investigadores comenzaron a hablar del fentanilo porque las autoridades del Ministerio de Salud bonaerense, al confirmar el miércoles la explosión de «casos con signos de shock, depresión del sensorio, dificultad respiratoria y excitación psicomotriz, y que presentan antecedentes de consumo reciente de cocaína en Hurlingham, San Martín, Tres de Febrero, Morón, Tigre, Ituzaingó y General Rodríguez», recomendaron la utilización de la naloxona como antídoto porque es un medicamento antagonista opiáceo, es decir, funciona como analgésico frente a la sobredosis opiácea y no la flumazenil, que suele usarse para revertir la sobreingesta compulsiva de benzodiazepinas.

La pericia química oficial también será determinante para el futuro de Aquino en la Argentina. La titular de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) Florencia Carignano informó que, una vez que termine el proceso en su contra, lo expulsará del país. Pero será muy difícil que pueda llevar adelante esa promesa porque el Estado firmó tratados internacionales -con jerarquía constitucional- que priorizan el interés superior del niño por sobre los antecedentes de sus progenitores. Y «Paisa» será padre en marzo: su novia, también detenida, entró en el octavo mes de embarazo. Solo si los investigadores demuestran que él estuvo detrás de las 24 muertes, las autoridades argentinas podrán entregarlo a sus pares paraguayos. De lo contrario, su abogado podrá frenar la expulsión para que su hijo pueda crecer en su tierra rodeado de su familia.

A Aquino, el fiscal federal Diego Iglesias, a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), la fiscalía antidrogas, le abrió el 9 de agosto de 2021 una investigación en su contra por narcomenudeo, según la información aportada por la Dirección de Investigaciones Contra el Crimen Organizado de la Bonaerense. En solo tres meses, los investigadores juntaron nombres, alias, direcciones, fotos y hasta videos del acusado y su banda. Entonces, el fiscal le solicitó el 9 de noviembre al juez Culotta los allanamientos, pero este delegó el expediente en el fiscal federal Paul Starc. Algo pasó en el medio -las autoridades no explicaron qué-, pero a «Paisa» recién le cayeron tras los muertos por la droga mortal.

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