En septiembre empieza el juicio a la banda de «Mameluco» Villalba por el desastre del carfentanilo en Puerta 8

En septiembre empieza el juicio a la banda de "Mameluco" Villalba por el desastre del carfentanilo en Puerta 8. Crédito: Télam.
Este 2 de septiembre, el Tribunal Oral Federal (TOF) 5 de San Martín, por fin, comienza a juzgar a Miguel Ángel «Mameluco» Villalba, su hijo Iván Gabriel Villalba, alias «Salvaje», y decenas de miembros de la organización narcocriminal por haber vendido entre el 1 y 2 de febrero del 2022 la cocaína con carfentanilo que les provocó la muerte a 24 personas en Puerta 8, Tres de Febrero, y Villa 18, su histórico bastión en San Martín, donde contaban con la cobertura de un sector de la Policía Bonaerense. Tras el desastre, los médicos pudieron salvarles la vida a otros 80 consumidores.
El juicio debió haber empezado el 1 de noviembre de 2024, pero el tribunal lo postergó varias veces para que la Cámara Federal resolviera un planteo para unificar expedientes. En todo ese tiempo, las partes negociaron un juicio abreviado, pero no llegaron a un acuerdo, como pudo saber Encripdata. Tal vez porque se vencían las prisiones preventivas, tal vez porque el contexto cambió a partir de otro desastre, las ampollas de fentanilo contaminadas, el TOF le puso fin a las idas y vueltas.
Si bien el tribunal no juzgará al clan Villalba por provocar las muertes sino, solamente, por la venta de la cocaína con carfentanilo, las partes tienen interés en profundizar sobre la ruta del carfentanilo para saber cómo este opioide sintético, utilizado como tranquilizante de elefantes, terminó siendo usado como sustancia de corte de la cocaína en dos villas del conurbano bonaerense.
A pedido de las partes, el tribunal podría convocar a las autoridades de control de la comercialización, la importación y la exportación del carfentanilo para reconstruir el tramo que aún falta conocer: el desvío desde el mercado legal hacia el narcotráfico.
En la Argentina existen antecedentes: entre 2003 y 2008, los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner permitieron el contrabando de 40 toneladas de efedrina hacia México y Estados Unidos, que la DEA le puso fin con el triple crimen de General Rodríguez; y este año, la muerte de 96 pacientes en hospitales por la aplicación de ampollas de fentanilo contaminadas dejaron al descubierto irregularidades en los controles, esta vez en HLB Pharma Group y en Laboratorios Ramallo, dos empresas de Ariel García Furfaro, aunque la historia podría ser aún peor. El carfentanilo es 100 veces más potente que el fentanilo.
En los Estados Unidos, el consumo de drogas sintéticas, con efedrina, carfentanilo o fentanilo, ha provocado una crisis de salud pública sin freno: en 2008, cuando la DEA cortó la ruta de la efedrina desde la Argentina, se registraron 36 mil muertes por sobredosis; en 2024 aumentaron a 80 mil fallecimientos, especialmente por el fentanilo.
Este 2 de septiembre, los jueces María Claudia Morgese Martin, Silvina Mayorga y Walter Antonio Venditti darán inicio al debate con la lectura del requerimiento de elevación a juicio y la individualización de las imputaciones, con el fiscal Carlos Cearras a cargo de la acusación. Los magistrados fijaron las fechas para celebrar tres audiencias, pero los defensores solicitaron convocar a 400 personas como testigos, entre estos, a funcionarios del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial.
En el expediente FSM 33109/2020, por actividades compatibles con el narcomenudeo, la jueza federal Alicia Vence y el por entonces fiscal Paulo Starc investigaron al clan Villalba por la “comercialización de estupefacientes que se llevó a cabo el 1 y 2 de febrero de 2022 por parte de integrantes de la organización” y por el “poder de disposición que poseían sobre 480 envoltorios de nylon color rosado o anaranjado con clorhidrato de cocaína y carfentanilo” incautados en el búnker de Puerta 8 y por la “tenencia que detentaban ese mismo día de dos bolsas de nylon con 3346 envoltorios de nylon” de los mismos colores en una casa de Loma Hermosa. Entre lo vendido y lo incautado, tenía 2 kilos de cocaína con carfentanilo.
En el expediente FSM 8905/2021, por la denuncia de una persona bajo reserva de identidad, un juzgado federal de Morón empezó a investigar actividades compatibles con el narcomenudeo, pero por conexidad, se la envió a la jueza Vence y al fiscal Starc cuando avanzaron contra el clan Villalba. A pesar de las muertes por el carfentanilo, la organización narcocriminal, gracias a la protección de un sector de la Bonaerense, continuó vendiendo en Puerta 8, Villa 18 y otros puntos del conurbano. Pero esta vez no era liderada por «Mameluco» sino por su hijo Iván, «el Salvaje». Como el padre, desde la cárcel.
Este tribunal, además, tiene pendiente otro juicio vinculado al caso: el pago de 500 mil pesos del clan Villalba al comisario Osvaldo Javier Calderón, el oficial ayudante Diego Fernando Alanís y el oficial Darío Andrés Huaman para liberar a dos transas, como descubrieron policías federales mientras hacían tareas encubiertas la noche del 27 de diciembre de 2021 en las inmediaciones de la comisaría 1° de San Martín.
El tribunal no juzgará al clan Villalba por los homicidios agravados por el uso de veneno como método insidioso porque la jueza Vence, durante la instrucción, no encontró elementos de convicción que le permitieran inferir el dolo sobre la acción, es decir, que vendieron la «droga fea» sabiendo que podían causar un desastre.
Entre las pruebas contra los Villalba están las intervenciones telefónicas. El 24 de enero del 2022, una semana antes del desastre, una encargada de uno de los turnos se asustó por cómo pegaba una droga nueva, tanto que los probadores terminaron en el hospital, pero las autoridades sanitarias no acusaron recibo.
En otra conversación, el mismo 2 de febrero, «Mameluco» se hizo cargo de que la cocaína con carfentanilo la había vendido su organización, pero eso podría jugarle a favor, según quién la interprete, porque podría sugerir que al enterarse de que dos probadores de su banda se habían intoxicado, dio la orden de sacar la “droga fea” del mercado y alguien se equivocó al volverla a vender. Ese era el punto: demostrar el dolo, la intención.
Eso sí: la jueza Vence y el fiscal Starc coincidieron: el segundo expediente fue «una suerte de secuela» de la venta del carfentanilo en febrero de 2022 porque «obedecieron a la misma matriz y presentaban una narrativa similar», tanto que se repitió el alto grado de complicidad de distintos agentes de las fuerzas de seguridad con la organización, lo único que cambió fue que por «los allanamientos y detenciones de febrero de 2022, se reemplazaron personas con el propósito de mantener operativa la ‘empresa'».
Y así como los narcotraficantes no recapacitaron luego de vender la cocaína -sabiendo o no que estaba mezclada con carfentanilo- que mató a 24 personas, a ciertos policías tampoco les importó seguir manchando el uniforme: como reconoció Gabriel Ortíz Rodríguez, alias «Warry», en las «escuchas» telefónicas, sus contactos en la Bonaerense le anticiparon que los allanarían aquel 22 de febrero de 2022. Así, él pudo continuar en libertad un año más.
En el banquillo de los acusados estarán sentados Villalba, sus hijos Iván y Luca Nahuel Baigorria, alias “Dylan”, «Warry», “Mocho”, “Boli” y decenas de personas más. Entre todos los expedientes, elevados y en instrucción, hay 39 imputados. Por eso, el tribunal decidió cambiar la sede habitual por una mucho más amplia para que puedan entrar el fiscal, los imputados, las defensas y los periodistas.
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