García Furfaro, dueño de HLB Pharma, importó el 23% del fentanilo usado en la industria farmacéutica

García Furfaro, dueño de HLB Pharma, importó el 23% del fentanilo usado en la industria farmacéutica. Gentileza: La Nación.
«En este país te pueden inventar una bacteria, te la pueden poner en las ampollas, estoy seguro de que Andrés Quinteros está detrás de todo». Como mejor acto de defensa, Ariel García Furfaro, dueño de HLB Pharma Group, no tuvo mejor idea que denunciar un sabotaje en Laboratorios Ramallo, donde se elaboraron las ampollas de fentanilo contaminadas que constituyeron un «nexo concasual» en la muerte de, al menos, 12 pacientes de los 96 fallecidos en varios hospitales del país.
El juez federal Ernesto Kreplak avanzó con las indagatorias contra García Furfaro y 16 integrantes más del conglomerado empresarial. La fiscal María Laura Roteta encuadró el hecho según reza el artículo 201 del Código Penal, contra quien «vendiere, pusiere en venta, suministrare, distribuyere o almacenare con fines de comercialización aguas potables, sustancias alimenticias o medicinales o mercaderías peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo», con penas de entre 3 y 10 años de prisión.
Así, el principal acusado afirmó que todo se trató de una interna en HLB Pharma Group: Andrés Quinteros, a quien mencionó con nombre y apellido, fue diputado bonaerense del Frente para la Victoria. Además, al inicio de la investigación, Sebastián Nanini, funcionario del intendente Mario Ishii en José C. Paz, se presentó en el juzgado como el nuevo presidente de la compañía y del laboratorio, pero al final no asumió el control efectivo de las operaciones.
«Él estaba obsesionado con el fentanilo», insistió García Furfaro. Quinteros, en cambio, dijo públicamente que nunca fue su apoderado, que no trabajó en esas empresas y que hasta habían cruzado denuncias.
Pero más allá de la interna político empresarial, están los números. Encripdata accedió a los registros oficiales de comercio exterior: quince droguerías importaron 12,08 kilos de fentanilo y 21,19 kilos de sales de fentanilo entre 2020 y los primeros meses de este año. En el mismo período, dos empresas exportaron 3,77 kilos.
Hasta 2019, la industria argentina necesitaba 950 gramos solamente, pero a partir del coronavirus, las importaciones se dispararon, con 1,24 kilos en 2020 y 27,75 kilos en 2021 para atender a los pacientes en unidades de terapia intensiva. Luego, con el desarrollo de las vacunas y el fin de la pandemia, la demanda cayó a 3,25 kilos en 2022, 530 gramos en 2023, 50 gramos en 2024 y 460 gramos este año.
Al momento de elaborar medicamentos, por ejemplo ampollas, el fentanilo base rinde mucho más que sus sales: con un kilo de fentanilo base se pueden producir 20 millones de ampollas de 0,05 miligramos mientras que con un kilo de citrato de fentanilo -una variante de sus sales- se pueden obtener 12,8 millones de ampollas.
HLB Pharma Group realizó dos compras en el exterior: 5 kilos de fentanilo a una proveedora de Alemania y 2,76 kilos más a otra de Sudáfrica. Así, con estas dos operaciones en 2021, esta empresa importó el 23% de todo el fentanilo y sus sales demandado por la industria farmacéutica local en los últimos cinco años.
En 2024, al inscribirse para seguir importando sustancias controladas, un trámite obligatorio cada año, presentó un certificado de habilitación falso ante en el Registro Nacional de Precursores Químicos (Renpre). Eso derivó en un expediente abierto en el juzgado federal de Sebastián Casanello.
García Furfaro es dueño de varias sociedades: HLB Pharma Group, la nave insignia; Laboratorios Ramallo SA, a través de la cual elabora especialidades medicinales; y Alfarma SRL, a través de la cual los distribuye.
El 27 de noviembre del año pasado, el Iname -el Instituto Nacional de Medicamentos-, que depende de la Anmat -la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica-, llevó adelante una inspección no programada en Laboratorios Ramallo por sospechas de incumplimientos de las buenas prácticas de fabricación y control.
Al finalizarla, realizó observaciones significativas, que no eran novedosas sino de arrastre, pero, como las veces anteriores, decidió no clausurarlo. Al mes siguiente, la empresa de García Furfaro elaboró, comercializó y distribuyó los lotes 31202 y 31244, las partidas contaminadas.
Formalmente, el juez Kreplak comenzó la investigación el 12 de mayo de este año cuando recibió la denuncia de la Anmat a partir de las primeras muertes registradas en el Hospital Italiano de La Plata. En agosto, el Cuerpo Médico Forense (CMF) de la Corte Suprema de Justicia determinó que las bacterias Klebsiella Pneumoniae MLB y Ralstonia Picketti, los microorganismos hallados en las ampollas del fentanilo de Laboratorios Ramallo, constituyeron «un factor agravante significativo» en 12 de las 20 historias clínicas bajo estudio.
Con ese y otros informes sobre su despacho, el magistrado ordenó las detenciones y las indagatorias y decidió revocar el rol de querellante del Ministerio de Salud para investigar omisiones de los organismos de control o, incluso, la connivencia con el conglomerado empresarial. El gobierno de Javier Milei acusó recibo: resolvió limitar a Gabriela Mantecón Fumadó como directora nacional del Iname.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lanzó en 2024 la Mesa para la prevención del tráfico ilícito y uso indebido del fentanilo. El secretario de Lucha contra el Narcotráfico y la Criminalidad Organizada, Martín Verrier, el subsecretario del área, Ignacio Cichello, y el director general de Aduanas, José Andrés Velis, tienen a su cargo el monitoreo sobre el comercio exterior.
Por su parte, antes Mantecón Fumadó y ahora Gastón Morán, en el Iname, y Agustina Bisio, en la Anmat, bajo la órbita del ministro de Salud, Mario Lugones, tienen a su cargo el control sobre la comercialización interna y sobre la elaboración de medicamentos, tareas, ahora mismo, bajo observación por el juez Kreplak.
Encripdata, reveló, 48 días atrás, la existencia de un canal de desvío de ampollas de HLB Pharma Group, desde el mercado legal hacia el ilegal. Por eso mismo, el fiscal Diego Iglesias, de la Procunar -Procuraduría de Narcocriminalidad-, solicitó indagar a García Furfaro, a la madre y al director general de las dos compañías por haber eliminado la trazabilidad del lote 30366 y por haberle dado un destino ilegítimo.
Martín Hernán Alarcón, titular del Laboratorio Alil SAS, fue arrestado en julio por formar parte, precisamente, de una organización criminal que revendía este tipo de productos de uso exclusivamente hospitalario con venta bajo receta oficial. A sus contactos, el acusado les ofrecía ampollas de fentanilo de HLB y de otras dos marcas. Tarde o temprano, las autoriddes podrían exigir explicaciones a más laboratorios.
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