Detienen a «Primo» Gutiérrez, la sombra de la Bonaerense que conoce el lado oscuro del exfiscal Scapolan

"Primo" Gutiérrez, la sombra que conoce el lado oscuro del exfiscal Scapolan. Crédito: MinSeg.
Transa, recaudador, informante, testigo plantado, policía trucho y hasta «arrepentido». Todo eso fue José Víctor Gutiérrez entre 2010 y 2020. Los siguientes cinco años se convirtió en fugitivo. Hasta anoche. La Gendarmería, por fin, lo descubrió en una casa de Villa Trujui, Moreno, como pudo saber Encripdata.
La jueza federal Sandra Arroyo Salgado y el fiscal Fernando Domínguez buscaban a «Primo» Gutiérrez desde el 24 de julio de 2020, cuando activaron decenas de detenciones de miembros de la organización narcocriminal en cabeza de Claudio Scapolan, por entonces fiscal a cargo de la Unidad Fiscal de Instrucciones Complejas del Departamento Judicial de San Isidro.
La magistrada y el acusador investigaban al fiscal Scapolan por su rol en el caso Leones Blancos, el robo de media tonelada de cocaína a verdaderos narcotraficantes. Al final, hallaron indicios de un modus operandi en otros cuatro expedientes más. Por lo menos.
Gutiérrez jugó con soltura en el bajomundo del narcotráfico gracias a la protección de Oscar Antonio Caviglia, al que llegó a través de su tío, informante como él. Así también conoció a Gabriel Cabral. Bajo las órdenes de estos policías, «Primo» se movió como si tuviera uniforme en las delegaciones por las que rotaron aquellos: San Isidro, San Martín, Moreno, La Matanza y Lomas de Zamora. A todos les convenía: ellos ganaban operativos y plata y él “cortaba” a la competencia y revendía la droga.
Todo cambió el 18 de febrero de 2015. Ese día, Gutiérrez cayó en Moreno, volviendo de la delegación de San Isidro. Sus protectores protagonizaron una “explosión” de llamadas para controlar los “daños”. Cabral estuvo presente cuando lo arrestaron. Caviglia, por su parte, habló con la mujer del detenido y con Maximiliano Jarisch, secretario del fiscal Scapolan. El abogado Gustavo Semorile, de confianza de los policías, volvió esa misma noche a toda prisa desde la costa. Al día siguiente, Cabral y Caviglia se reunieron con Semorile y un asistente de su estudio jurídico, Francisco García Maañon. El plan A era intentar salvarlo a él para salvarse ellos. El plan B fue entregarlo a él sin que se diera cuenta para salvarse ellos.
Gutiérrez tardó un año en ver la jugada. Entonces, contraatacó: cambió de abogado, declaró como imputado colaborador y apuntó hacia «arriba». Se «arrepintió».
Consecuencia: los narcos, algunos policías y el propio «Primo» terminaron condenados. Entre los sentenciados estuvo el comisario mayor José Luis Santiso, exjefe del Registro Provincial de Armas (Repar).
Gutiérrez cumplió los tres años de prisión, salió en libertad y bajó el perfil por un tiempo, pero a la jueza Arroyo Salgado y al fiscal Domínguez les llamó la atención encontrar el 24 de julio de 2020 dos copias de la causa sobre el despacho de Scapolan cuando allanaron la fiscalía.
La magistrada y el acusador ordenaron los arrestos de Gutiérrez y los otros 54 involucrados en Leones Blancos, Bustamante, Santellán, Basaldúa y Acosta menos la de Scapolan, que, por ser fiscal, tenía fueros. A “Primo” lo imputaron por su participación como policía sin uniforme en dos casos.
En Bustamante, expediente abierto tras una denuncia anónima trucha, Gutiérrez hizo lo que quiso en complicidad con Caviglia, Cabral y Cabré. Tanto que un tribunal anuló todo lo actuado, absolvió a los traficantes y advirtió sobre las falencias del fiscal de instrucción: “Todo ello fue perpetrado, cuando menos, bajo la mirada complaciente del fiscal Scapolan, quien, además, continuó largamente su actuación fuera de los límites de su competencia, tal como ya lo había hecho en otro caso”.
En Santellán, en medio de un allanamiento, Caviglia, Cabré y “Primo” le exigieron 30 mil dólares a Sergio para no “reventarle” la casa ni llevarse detenida a su pareja, que no era otra que la hija de Claudio “Piturro” Andrada, un peso pesado de la zona oeste. Santellán puso una condición: que la entrega fuera en el estacionamiento donde tenía su auto. Como demuetra el video al que accedió Encripdata, los policías se repartieron con el fiscal Scapolan lo que había en la bolsa de nylon, donde Santellán puso -como declaró- la plata de la extorsión.
Por estos días, el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín lleva adelante el primer juicio por el expediente popularmente conocido como caso Scapolan, pero sin Scapolan en el banquillo de los acusados. En el debate, a los traficantes, que fueron víctimas de los robos de los policías, ahora les robaron la memoria.
Si Gutiérrez llega a juicio, deberá esperar al segundo proceso, donde estará sentado al lado de su exabogado Semorile. También de Scapolan, el fiscal destituido en 2023 por el Jurado de Enjuiciamiento de Funcionarios y Magistrados bonaerense y que en 2024 mostró su nueva faceta: ser abogado de las estrellas, como Wanda Nara y L-Gante.
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