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El hilo invisible entre el crimen y el poder

Cayó un comisario mayor retirado cuando pagaba 200 mil pesos a policías para vender droga en Villa Libertad

Cayó un comisario retirado por pagar para "liberar" la Villa Libertad

Cayó un comisario retirado por pagar para "liberar" la Villa Libertad. Crédito: Encripdata.

Por orden del juez federal Jorge Rodríguez, policías bonaerenses detuvieron el sábado al comisario retirado Carlos Alberto Villavicencio. No lo arrestaron así nomás sino, como pudo reconstruir Encripdata de fuentes judiciales, mientras les entregaba 200 mil pesos para que habilitaran la venta de cocaína y marihuana en la Villa Libertad. Todo quedó filmado.

Todo comenzó en enero cuando el fiscal Santiago Marquevich abrió una investigación por venta de drogas justamente en ese barrio de San Martín.

La caída de Javier Alejandro Pacheco, alias «Rengo», capo de la Villa 9 de Julio, y el ajuste de cuentas entre éste y Blas Adrián «Gordo» Gómez y Max Alí «Alicho» Alegre, que desencadenó el crimen del oficial inspector Ricardo Ariel González en julio en Loma Hermosa, enrareció aún más el clima que se respiraba en la zona oeste del conurbano bonaerense, pero a la vez dejó libre territorios para quienes quisieran coparlos.

Durante la tercera semana de agosto, Villavicencio se presentó en una comisaría, sacó chapa como comisario mayor retirado, segundo cargo en el escalafón de conducción de la Bonaerense, y pactó con los agentes, coima mediante, para que lo dejaran operar en Villa Libertad.

200 mil pesos. Billete sobre billete.

Para que lo dejaran vender droga.

Confiado, Villavicencio acordó pagar el sábado el «peaje» semanal. Otros 200 mil en efectivo. Pero, esta vez, los policías lo arrestaron en el acto. No era uniformados cualquiera: el juez y el fiscal los habían habilitado a actuar como agentes reveladores, una especie de policías encubiertos pero con rango de acción más acotado, es decir con la obligación de pedir autorización cada vez que quieran hacer contacto con los investigados.

Ni bien los agentes reveladores esposaron al comisario mayor retirado, otros policías, con apoyo del Grupo Halcón, activaron cinco allanamientos simultáneos para intentar atrapar al resto de la banda. De la casa de Villavicencio, secuestraron una bolsa con 50 mil pesos, una pistola Bersa Thunder Pro calíbre 40 con mira láser y 14 municiones.

De los otros allanamientos, los detectives incautaron 22.110 pesos, cinco dólares, cuatro celulares y un chip en una casa de Loma Hermosa; 650 dosis de marihuana y 167 dosis de cocaína, dos cartuchos de proyectiles de guerra calíbre 16 y un celular en un búnker de Hurlingham; 24 plantas de marihuana, 102 bagullos de cocaína y 71 de marihuana y una pistola de gas en un domicilio de William Morris y 109 envoltorios de marihuana en una propiedad de esa zona e localidad.

Esa propiedad tenía dos puertas, una de entrada a la casa y otra al kiosco, que, reja de por medio, atendía Norma.

La kiosquera también terminó detenida.

El Gauchito Gil en la puerta no le sirvió.

El juez Rodríguez sabe que le falta atrapar a varios transas. Uno, por caso, escapó por los techos cuando se vio rodeado. Por lo pronto, sospecha que Villavicencio, que llegó a ser hasta 2015 el jefe de la Distrital Centro de la Bonaerense, con jurisdicción en Mar del Plata, no actuaba como intermediario entre narcos y policías para liberar zonas sino que pretendía encabezar la estructura.

La investigación no terminó.

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